Telecinco es la cadena que sabe hacer los mejores negocios del panorama televisivo en España: crea personajes y después estos acuden a todos los programas de la cadena. Esta autorreferencialidad les sale muy barata porque se trata de personas que están comenzando a ser famosas o que lo son por un corto periodo de tiempo, por lo que el dinero que reciben es irrisorio si lo comparamos con el que Mediaset se embolsa paseándoles por los platós.
Un ejemplo claro son los chicos y chicas que se sientan en el trono del programa 'Mujeres y hombres y viceversa', que tras pasar por este plató luego llegan a 'Supervivientes', 'Gran Hermano Vip','Sálvame', 'El Programa de Ana Rosa' o incluso a 'Ven a cenar conmigo', todos los programas valen. Así que podemos decir que el formato presentado por Emma García es el más rentable para Paolo Vasile porque da de comer a los demás formatos de Telecinco y Cuatro.
Los representantes más claros de este formato son Rafa Mora y Oriana Marzolini, que a pesar de haber sido tronistas hace bastante tiempo siguen formando parte del universo de Mediaset. Él, antes de ser tronista, fue pretendiente y tras sentarse en la ansiada silla participó en 'Supervivientes'. Ahora es colaborador en 'Sálvame' y siempre está rodeado de polémica. Vamos, todo un chollo, como su compañera Oriana, con quien comparte historia. Y es que al igual que él, primero fue pretendienta y después ocupó el trono para más tarde ser una superviviente. Eso sí, no participa en 'Sálvame', pero ni falta que le hace porque sí que es fija de los reality shows fuera de España, más concretamente en Chile. Además, hace muy poco pudimos verla en 'Ven a cenar conmigo', programa de Cuatro, la cadena hermana.
Sueldazos por ocho días trabajados
Sin embargo, el programa de donde los dos salieron no pasa por su mejor momento, ya que dejó de cosechar una audiencia brutal en Telecinco y le relegaron a Cuatro, en donde viven bajo mínimos y tratan de sobrevivir como pueden. Así que os preguntaréis cómo continúa el programa en atena si el público ya no les respalda. La respusta la tenemos justo en los anteriores párrafos: la rentabilidad. Y mucha, aunque si comparamos lo que ganan los tronistas por ocho días trabajados al mes con el sueldo que recibe una limpiadora o albañil podemos tirarnos de los pelos, pero ese es otro debate.
Y es que los tronistas cobran 450 euros por grabación y a la semana suelen realizar dos o tres, así que al mes reciben 3.600 o 5.400 euros, dependiendo de cuántas grabaciones lleven a cabo. Aunque a esto hay que restar lo que se llevan los representantes y Hacienda, claro. Esto también hay que restárselo al sueldo de los pretendientes, que reciben 100 euros por programa, es decir, unos 800 o 1.200 euros mensuales. En comparación con la cifra que saca la cadena por ellos, no es nada, ya que tras levantarse del trono llenan la parrilla de Mediaset durante meses. Por tanto, estamos ante una auténtica fábrica de famosos y de contenido televisivo infinito.
