Las escaleras mecánicas son una herramienta útil que nos ayuda a desplazarnos con mayor facilidad y mucho menos esfuerzo. Las vemos en centros comerciales, estaciones, e incluso en exteriores. Su invención se remonta a principios del siglo XIX pero todavía resultan curiosas para quienes las usan.
La pregunta estrella sobre estas escaleras y rampas mecánicas es sobre los cepillos que solemos encontrar en sus laterales. De cerdas negras y duras que se extienden unos centímetros a lo ancho y nos llegan a la altura de los zapatos. Muchas veces acumulan suciedad o pelusas, y no, no sirven para darle brillo a los zapatos.
Función de seguridad
Resulta que la utilidad de estos cepillos reside en un método de seguridad para quienes las usamos. Y es que es en los laterales de estas máquinas de transporte donde existe un mayor riesgo de que se queden cosas enganchadas. Si nuestra ropa, como los bajos de los pantalones o faldas, o incluso los cordones de nuestros zapatos llegan a quedar atrapados, puede suponer un peligro.
Los cepillos tienen una función de barrera física para alejarnos de las partes peligrosas de la escalera. Además de evitarnos algún incidente o caída por engancharnos, también evitan que se cuelen objetos pequeños o suciedad que puedan dañar el funcionamiento de la máquina.
Con esto se busca que las escaleras y rampas sean una herramienta segura para quienes las usan, y que su mantenimiento no se vea comprometido por la caída de objetos. Los cepillos ayudan a mantener limpias las escaleras para que lleven un funcionamiento normal y prolongar su vida útil.