Hoy en día, cada vez se ponen sobre la mesa nuevas alternativas para aquellas personas que quieren bajar de peso. Uno de los métodos más comunes son las dietas, las cuales encontramos de muchas formas. La dieta Keto, el ayuno intermitente o las cenas depurativas son algunos de los métodos estrella en el proceso de reducción del peso.
No obstante, estos métodos deben estar bien controlados por un nutricionista ya que, en algunos casos, puede resultar altamente perjudicial para la salud. Las dietas no son eficaces ni seguras. Por ello, unos reconocidos laboratorios han desarrollado una alternativa para estas personas que deseen bajar de peso sin renunciar a comer algunos alimentos.
Control de la obesidad con una inyección
Este fármaco ha supuesto un gran avance en el tratamiento de la obesidad, una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo y de la que poco se habla. La función original de este medicamento es tratar la diabetes tipo 2, pero parece que también podría ayudar significativamente en el control de peso.
La tirzepatida ha supuesto un cambio en el enfoque del control de la obesidad. Hasta hace unos años, los tratamientos farmacológicos para adelgazar se categorizaban como "anoréxicos", y conllevaban efectos secundarios sobre el cerebro y el sistema nervioso central.
No obstante, con este nuevo medicamento se han logrado los mejores resultados para el propósito de bajar peso. Según el fabricante, el compuesto ha reducido por más del 20% el peso de los participantes durante el estudio. El tiempo de observación ha sido de unas 72 semanas, poco más de un año.
En la fase III del estudio las personas llegaron a perder hasta 24 kilos durante ese tiempo. Asimismo, cuanto más alta era la dosis, los participantes perdían más peso. Pero esto aún continúa en fase de prueba ya que no puede asegurarse con certeza que sea lo más recomendable para la salud.
¿Qué hace el fármaco para que yo adelgace?
Este medicamento revolucionario pertenece a la categoría de análisis de GLP-1, referentes a una hormona secretada en el intestino cuando comemos. En estudios con animales, GLP-1 también parece aumentar el gasto de energía del cuerpo. ''El GIP también es producido por el intestino, solo en ayunas. Y, aisladamente, facilita la acumulación de grasa en el organismo. Por otro lado, disminuye el apetito en el cerebro'', comenta uno de los investigadores.
Estos efectos generados por el GLP-1 son sinérgicos, es decir, que uno potencia la acción del otro en un proceso que genera la pérdida de peso y el control de la glucosa en sangre. El elemento de la tirzepatida ha sido clave en este estudio, ya que ha demostrado ayudar a reducir síntomas de la obesidad considerablemente.
"La obesidad es una enfermedad crónica que no siempre recibe la misma atención que otras patologías a pesar de su impacto en la salud física, psicológica y metabólica, que puede derivar en un mayor riesgo de hipertensión, enfermedades cardíacas, cáncer y disminución de la supervivencia", advierte Louis Aronne, profesor de Investigación Metabólica, presente en este estudio.
¿Mayor dosis = menos peso?
Uno de los apuntes más controvertidos ha sido al observar que cuanta más cantidad de tirzepatida se inyectaba en los pacientes, más bajaba su peso. Por su parte, la semaglutida reportó una reducción del apetito y de ingesta calórica en general.
"Tirzepatida es el primer medicamento en investigación que consigue una pérdida de peso superior al 20% de media en un estudio en fase III", afirma Jeff Emmick, vicepresidente de desarrollo de productos de Lilly. No obstante, aún no han especificado si se permitirá poder tomar más dosis de este medicamento sin que sea perjudicial para la salud.
