La historia ha inventado todo tipo de mitos sobre los zurdos: que son creativos, que son introvertidos, que están endemoniados... Todos y cada uno de ellos han sido finalmente desmontados, ya sea por la ciencia o por el sentido común.
Lo único que sabíamos hasta el momento sobre el tema -y que podía arrojar algo de lógica al asunto- es que las personas desarrollaban uno u otro hemisferio del cerebro en consonancia con el lado que más había desarrollado mientras se encontraba en el vientre materno: paradójicamente, se consideraba el lado derecho desarrollado para los zurdos y el izquierdo para los diestros, puesto que esas zonas son las que controlan cada uno de los lados del cuerpo. Parece bastante lógico, ¿no?
Pues olvida todo lo que te hayan contado: la verdadera razón se localiza en la médula espinal, es decir, una especie de "cordón blanco" que conecta el cerebro con el propio cuerpo y que es el que se encarga de enviar las órdenes que nuestros músculos ejecutan.
Ha sido la Universidad Rurh de Bochum, en Alemania, la encargada de desvelar el misterio y apuntan al momento en el que esta tendencia se desarrolla: aquí teníamos razón, todo sucede en el vientre materno.
Al parecer, algunos de los genes de la médula espinal encargados de controlar el movimiento de piernas y brazos se diferencian para cada uno de los grupos. Esto se evidencia de manera importante a las ocho semanas de gestación, donde ya se aprecian importantes diferencias entre las personas zurdas y diestras, por lo que sí, todo lleva una importante carga genética.
Las pruebas que avalan este descubrimiento
Los investigadores han analizado el desarrollo del feto para concluir los datos de este estudio. Así, se han basado en la información con la que ya contábamos: que a partir de la decimotercera semana, ya elegimos si chupar el pulgar derecho o izquierdo.
A pesar de que nuestros movimientos vienen dirigidos desde la corteza cerebral, lo cierto es que en dicho período nuestro cerebro no está aún conectado con la médula espinal. Es decir, quien manda a nivel motriz es la propia médula, que se encarga de accionar los denominados como 'actos reflejo'. Si solo ella cuenta con el control... es evidente que en dicho apéndice es donde surge nuestra preferencia por el lado derecho o izquierdo.
Aún falta información
Sabemos dónde se origina todo, pero no la causa exacta de por qué dichos genes llevan a que cada uno utilice de manera predeterminada un lado de su cuerpo. En este caso, parece que puede entrar en juego la epigenética, es decir, las modificaciones que el entorno o nuestros hábitos pueden incidir en nuestros genes y ADN.
Así, los científicos del estudio proponen que entren en juego las condiciones ambientales del útero materno -la colocación del feto- por ejemplo, para que nuestros genes terminen inclinándose por un lado u otro.
Sin embargo, en este punto, aún queda obtener más información. No sabemos qué factores ambientales son los que realmente influyen ni tampoco a ciencia cierta si esto es así. Tampoco se explica por qué tan solo un 10% de la población es zurda y por qué no es una característica más común entre todos los mortales.
Sin embargo ya sabemos un dato nuevo: si eres zurdo o diestro, tu cerebro se mantiene al margen. Échale la culpa a tu médula espinal.