Prácticamente debieron de caerse del susto. Al más puro estilo 'Cuarto Milenio', una familia china se disponía a celebrar el velatorio de un anciano de 75 años, cuando de repente, mientras recordaban su memoria, el hombre se levantó del ataúd y comenzó a conversar con sus parientes, según recoge The Mirror.
No sabemos exactamente lo que pensaría la familia, pero seguramente se quedaron, como mínimo, descolocados. Al parecer, el día anterior, el hijo del "ex-difunto", encontró a su padre tirado en el suelo sin respiración, con los pies y las manos frías.
El hijo, junto a varios familiares, llegaron a la conclusión de que el hombre había fallecido, por lo que decidieron que era hora de preparar el funeral. Durante el velatorio, el hombre permaneció ocho horas tumbado en el féretro hasta que, sin esperarlo, se levantó y se puso a hablar con sus familiares. Sin ningún tipo de pudor, el hombre espetó "¿Qué estáis haciendo? ¿Estáis celebrando mi propio funeral?", mientras vislumbraba todas las coronas, el féretro, las flores y, sobre todo, a sus propios parientes. En este caso no podemos confirmar la posibilidad de que pudiese vislumbrar un espectaculo de strippers bailando al ritmo de Maroon 5, muy apropiado en los funerales chinos, pero el hecho de asistir a su propio funeral, seguramente, fue algo para recordar.
Tras la expectación del momento, los hijos que, recordemos, iban a enterrar vivo a su padre sin tener conocimiento de ello, finalmente le ayudaron a salir del ataúd y tumbarse en la cama, a la vez que se disculpaban por tan "curioso" incidente.
Tras esta experiencia "milagrosa", el anciano se encuentra algo débil y permanece en reposo alimentándose a base de avena. Y así seguirá, mientras consigue recuperarse de su mortal experiencia.