La pandemia del coronavirus continúa extendiéndose por todo el mundo y los esfuerzos para combatir esta crisis sanitaria aumentan para descubrir tratamientos eficaces y, sobre todo, una vacuna.
Uno de los últimos avances se pretende conseguir a través de la marihuana. Así lo está realizando Estados Unidos, donde la FDS ha aprobado un medicamento cannabinoide sintético, el ARDS-003, que comenzará ahora sus ensayos clínicos en fase 1.
Este ARDS-003 es un fármaco cuya finalidad es la de combatir el síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA), un cuadro clínico que se presenta en escenarios muy graves e impide al paciente respirar.
El origen de este síndrome se encuentra en el momento en el que el número de citoquinas o citocinas empiezan a dispararse hasta alcanzar niveles peligrosos. Su presencia es beneficiosa en niveles normales, puesto que actúan en procesos inflamatorios y cortan la extensión de algunas infecciones. El problema es que, si se dispara, puede provocar problemas graves y mortales como insuficiencia orgánica o el citado síndrome.
El ARDS-003 no proviene de la marihuana como planta, sino que se sintetiza y modula el mismo sistema interno (endocannabonoide) con los mismos procedimientos con los que actúa el cannabis.
En concreto, el ARDS-003 se une a los receptores CB2, uno de los dos receptores primarios situados en el sistema endocannabinoide. Con él, modula la inflamación y la actividad de las citoquinas, lo que podría permitir que la inflamación en el SDRA vuelva a niveles saludables.
Eso sí, el medicamento no 'coloca' como sí hace la marihuana. La diferencia, en este caso, es que la sustancia no actúa sobre el receptor del CB1, que también se activa cuando consumimos esta planta.
En fase de estudio en humanos
El medicamento se probará en humanos, a través de un estudio aleatorizado, doble ciego y controlado mediante un placebo. En la primera prueba participarán hombres y mujeres sanos para confirmar que es seguro y tolerable.
Si finalmente se aprueba esta fase, la siguiente consistirá en evaluar la seguridad y la tolerancia en pacientes que sufren Covid-19 y, si funciona, se podría autorizar ya su uso en situaciones de emergencia, dada la rapidez necesaria en este contexto.
Los responsables señalan que el medicamento, en ningún caso, curará la Covid-19, sino que actuará sobre los daños pulmonares que esta enfermedad produce para evitarlos en la medida de lo posible.