Gran Vía, la conocida estación de Metro de Madrid ha sufrido varias transformaciones a lo largo de su historia. Inaugurada en 1919 como parte de la Red de San Luis, la estación disponía de un templete diseñado por el arquitecto Antonio Palacios , el cual se mantuvo en pie 50 años antes de ser desmantelado en 1970.
Inaugurada el 17 de octubre de 1919 por el rey Alfonso XIII, fue bautizada con el nombre de Red de San Luis pero, un año después, pasó a llamarse Gran Vía,en honor a la famosa avenida que atraviesa la ciudad. Mantuvo este nombre durante décadas, pero en 1940, durante la dictadura de Francisco Franco, experimentó un cambio de nombre para pasar a llamarse José Antonio, en honor a José Antonio Primo de Rivera.
Se mantuvo con ese nombre hasta 1983, con la llegada de la democracia en España. Así, recuperó el nombre de Gran Vía tanto la estación de Metro de Madrid como la calle homónima.
Reformas de la estación
Sin embargo, el nombre de la estación no ha sido lo único que ha ido cambiando a lo largo de los años. Y es que entre 2018 y 2021 se llevó a cabo una reforma integral, convirtiéndola así en una de las estaciones de Metro de Madrid más modernas.
Para empezar, el templete diseñado por Antonio Palacios fue restaurado, reproduciendo una pieza igual a la original. Además, el vestíbulo principal de la estación fue ampliado hasta llegar a los 2.000 metros cuadrados, instalando cuatro nuevos ascensores y trece escaleras mecánicas. Con esto, el espacio ha ganado una percepción más futurista tanto desde el punto de vista estético como el funcional.
Cabe señalar que Gran Vía no solo funciona como parte de la red de Metro de Madrid, sino que también constituye una importante parte museística de la ciudad, debido a los restos arqueológicos que fueron encontrados durante la ampliación de la misma.