La relación de Doña Sofía con el Rey Emerito no ha hecho más que enfriarse con el paso del tiempo. Las infidelidades del monarca, así como su carácter y algunos comentarios que ha hecho sobre su esposa, dejan entrever que están lejos de ser un matrimonio bien avenido. La revista 'Lecturas', en breve reportaje, ha narrado cómo fue el inicio del fin de esta pareja.
Según cuentan, todo empezó hace ya más de cuarenta años, en 1976. Los reyes se encontraban visitando Barcelona, e hicieron una parada obligada en el Liceo para ver la ópera de Wagner. Ambos durmieron en el palacete Albéniz. Pero, cuál es la sorpresa de Juan Carlos, cuando al tratar de entrar en la habitación matrimonial, un ayudante de cámara le explica que su habitación está en otro lado. "Así lo ha dispuesto la señora", explicó el mayordomo. A partir de ese momento, los reyes no volvieron a compartir habitación para dormir.
Doña Sofia no tomó esa decisión sin un motivo. Tres semanas antes, descubrió a su marido siéndole infiel con otra mujer. Fue a una finca de caza sin avisar a nadie, llamó pero no obtuvo respuesta. A punto de irse, Felipe le señaló que el pastor alemán de su padre se encontraba allí, y eso hizo que la mujer tomara la decisión de entrar. No dudó ni un segundo, y accedió al interior de una habitación, donde se encontró a su marido con otra mujer.
Por aquel entonces, en Barcelona se apreciaba mucho más al Rey que a la Reina, a la que se la tachaba de 'rígida'. Pero lo que no sabían es que, para ella, Barcelona tenía connotaciones negativas: Juan Carlos tuvo amantes en la ciudad durante mucho tiempo: al menos, cuatro conocidas.
Corinna, la más famosa de todas las amantes
En Barcelona, Juan Carlos aprovechaba para encontrarse también con Corinna, con la que compartía incluso un apartamento. Tanto es así que Juan Carlos hacía vida completamente normal con ella, viviendo como si de una pareja habitual se tratara.
Todo esto ha hecho que Doña Sofía pase desapercibida. Una mujer que siempre se ha mantenido en la sombra, y cuyos valores e ideas han sido transportadas a un segundo plano. Sofía es antitaurina, es vegetariana y tal y como exlpica Magda Organich, una abogada reptada, "siempre que hemos querido contar con ella para una iniciativa en favor de los animales, ha venido de inmediato e incluso nos ha reñido porque no la llamamos más a menudo".
Ahora, con ochenta años recién cumplidos, parece que su personalidad va saliendo poco a poco a la luz. Una mujer con convicciones morales arcaicas en cuanto a la familia, pero que ha sido públicamente humillada por su marido en multitud de ocasiones. La más sonada de ellas fue cuando, según cuentan en 'Lecturas', Juan Carlos dijo de ella "¿no ves que esta tonta se lo cree todo?". Se encontraban en ese momento con Pitita Ridruejo, que estaba hablándole a Sofía de las apariciones de la Virgen.