Tras el presunto ataque químico de Bashar Al-Asad en Duma cuando habían conseguido expulsar a los islamistas del territorio, las amenazas del nuevo trío de las Azores formado por Trump, May y Macron se convirtieron en realidad el pasado sábado 14 de abril, cuando se produjeron más de 100 bombardeos en Damasco y Homs.
Supuestamente dirigidos a las zonas donde se albergaban armas químicas, Trump consideró "cumplida" la misión, una advertencia al gobierno sirio y, de paso, a Rusia e Irán.
Precisamente el presidente ruso, Vladimir Putin, denunció poco después "el acto de agresión contra un Estado soberano", y advirtió que, "si tales acciones, en violación de la Carta de la Naciones Unidas, vuelven a producirse, provocarán inevitablemente el caos en las relaciones internacionales". Llegados a este punto, ¿es posible que se desencadene un conflicto a escala global? ¿Está cerca la III Guerra Mundial?
La mayoría de analistas lo niegan
A pesar de que los líderes políticos de EEUU y Rusia y sus administraciones han endurecido el tono en los últimos días, volviendo a emplear términos como "Guerra Fría" o "escalada militar", la mayoría de los expertos en conflictos internacionales rechazan la idea de que la situación en Siria desemboque en un conflicto global.
Más que otra cosa, porque no es la primera vez que estos países intervienen en guerras de terceros países. Si no se habló de Guerra Mundial en un acto tan sangriento como fue la desintegración de Yugoslavia en los 90, difícilmente alcance esa catalogación por lo que ocurre en Siria.
Y también está la Doctrina de la Destrucción Mutua Asegurada, que sostiene que una guerra nuclear a gran escala en el contexto de una III Guerra Mundial tendría consecuencias devastadoras para atacante y defensor, por lo que no habría ganadores, únicamente vencidos. De momento, dicha doctrina se tiene muy en cuenta por los gobiernos, y ha evitado ya algún que otro susto en forma de destrucción total.
El riesgo, la cantidad de intereses y países implicados
No todos descartan rotundamente una Guerra Mundial. Tener a Putin por un lado, y a Trump y Netanyahu por otro, con la posibilidad de devastar un país enemigo con solo pulsar un botón no es demasiado halagüeño. Eso sin contar a Kim Jong-un, al que nunca hay que descartar aunque ahora esté más calmado.
El líder de Corea del Norte, junto a Angela Merkel, son posiblemente los únicos grandes nombres políticos que no tienen sus ojos puestos en Siria. Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Israel y Arabia Saudí forman un frente contra Al-Assad, Rusia e Irán y grupo libanés Hezbolá. Es este último país el que más tensiones genera, puesto que su Guerra Fría particular en Oriente Medio con los saudíes ha salpicado de lleno todo lo referente al conflicto sirio.
Por si fuera poco, Turquía también anda metida en el ajo, trasladando a la frontera siria su lucha contra los kurdos. Y mientras, el ISIS busca aprovecharse del caos y el beneplácito de Occidente para recuperar el territorio perdido. Todo un maremagnum de presiones y tiranteces que es más que complicado mantener sin que estalle.
Si finalmente lo hace, podría desembocar una reacción en cadena, similar al inicio de la IGM, que haría saltar todo por los aires.
La III GM será la 'ciberguerra'
En caso de que se desencadenase la Tercera Gran Guerra en apenas un siglo, la diferencia con respecto a las dos anteriores sería abismal. Evidentemente, se acabaron las trincheras, pero también los desembarcos de Normandía. Incluso las bombas podrían estar en segundo plano. Daría comienzo un concepto nuevo de guerra, la 'ciberguerra'.
El arma más peligrosa ya no será un misil, sino un ordenador. Hackear el sistema y paralizar un país es el principal temor de los estados en la actualidad. Hacer caer al sistema actual mediante ciberataques, como si de un capítulo de 'Mr. Robot' se tratara, terminaría con el mundo tal y como lo conocemos.