El ajuste internacional de Esprit llega a España. El grupo alemán ha presentado un expediente de regulación de empleo (ERE) para despedir a toda su plantilla en el mercado español.
El expediente se hará efectivo el próximo 1 de septiembre, según han explicado a Modaes fuentes de la empresa.
Esprit cuenta con un total de 84 trabajadores en España, incluyendo personal de oficina y tiendas.
La plantilla lleva desde el pasado mayo negociando su salida ante la próxima liquidación de la actividad en el país, que finalmente se ejecutará en forma de un ERE con veinte días de salario de indemnización por año trabajado.
El fin de la actividad de Esprit en España era cuestión de tiempo, desde que a principios de año el grupo comenzó a llevar a la quiebra sus filiales en Europa.
A finales del pasado julio, las únicas tres subsidiarias que no habían entrado aún en liquidación eran las de España, Francia e Italia, si bien se han visto también ahogadas por la falta de mercancía para servir a los clientes.
Esprit despedirá a los 84 empleados
Esprit, que fue uno de los principales grupos de distribución de moda de Europa, lleva años atravesando una situación complicada, afectada por una pérdida de posicionamiento en el mercado que llevó a una brusca caída de las ventas y a acumular pérdidas.
En marzo, la empresa llevó a los juzgados su red de tiendas en Suiza, movimiento que repitió después en Bélgica para, finalmente, declarar insolvente en mayor su negocio en Alemania, su mercado local y del que dependen el resto de países para obtener producto.
Antes de llegar a la decisión de cerrar todas sus filiales, Esprit trató de vender el negocio en bloque. A finales de junio, la compañía anunció que se encontraba en conversaciones para vender su marca en China continental, Hong Kong, Macao y Taiwán, aunque finalmente no prosperaron por diferencias en el precio.
Finalmente, a finales de julio anunció un nuevo rumbo y anunció la liquidación de todas sus filiales con el único objetivo de salvar la marca. La empresa ha pasado a operar únicamente como un gestor de licencias, buscando socios para diferentes categorías de producto y diferentes mercados.
Esprit llegó al mercado español en 2008 por todo lo alto, hasta el punto de llegar a alquilar un local en Paseo de Gràcia, en Barcelona, y otras grandes ciudades como Madrid. Apenas tres años después, sin embargo, el negocio comenzó a dar los primeros traspiés, tanto en España como en otros países de Europa, hasta el punto de cerrar gran parte de su red de tiendas propias.
La empresa ha encadenado desde hace más de una década resultados irregulares.
El golpe final, sin embargo, fue el estallido de la pandemia, cuando se hundió con pérdidas de 439,9 millones de euros. Esprit ha continuado con la tendencia a la baja desde entonces, y cerró su último ejercicio (finalizado el 31 de diciembre) triplicando las pérdidas del año anterior, hasta los 226 millones de euros.
La facturación de la compañía alemana se contrajo un 16,3% durante ese mismo periodo, hasta los 703 millones de euros.
