Al hablar de espionaje ruso, de Guerra Fría, de enemistades entre Rusia y Estados Unidos... todos solemos creer que es algo del pasado. Pero nada más lejos de la realidad: así lo demuestra la detención de la presunta espía rusa, María Butina. La joven, de tan solo veintinueve años, ha sido arrestada por la Policía estadounidense después de que el Departamento de Justicia Norteamericano hiciera lo mismo con otros doce agentes de la inteligencia rusa. Les acusan de hackear a algunos miembros del Partido Demócrata durante las pasadas elecciones.
Según ha explicado un agente especial del FBI llamado Kevin Helson, "la misión de Butina era explotar sus conexiones con personas en Estados Unidos que tuvieran influencia en política con el objetivo de favorecer los intereses de Rusia". Se la ha acusado incluso de haber trabajado a las órdenes de una personalidad del Kremlin, aunque ella lo ha negado rotundamente.
Ahora mismo, la supuesta espía se encuentra en prisión preventiva en Estados Unidos. Si se acabara demostrando que las acusaciones son ciertas, podría sufrir hasta cinco años de prisión. Su abogado ha negado contundentemente que sea una agente rusa y ha señalado que únicamente es una estudiante de Relaciones Internacionales muy inquieta, así como que "no hay ninguna prueba contra ella". Aunque lo cierto es que se ha demostrado que Alexander Torshin y ella guardan una relación de trabajo bastante cercana: Torshin ha sido investigado en más de una ocasión por la Fiscalia Anticorrupción española por ser un presunto miembro de la organización mafiosa Taganskaya, que se encargaba de blanquear dinero en España.
Torshin siempre ha conseguido eludir todas aquellas acusaciones que han caído sobre su persona. Se ha demostrado que él tenía relación muy cercana con el entorno del actual presidente estadounidense, Donald Trump, algo que el FBI está investigando detenidamente.
Una investigación que lleva años en activo
Torshin lleva muchos años en el punto de mira de las fuerzas de seguridad. Actualmente es el vicegobernador del Banco Central de Rusia, pero ha formado mucho tiempo parte de la Asociación Nacional del Rifle, uno de los grupos más importantes a nivel político en Estados Unidos. La NRA (por sus siglas en inglés) llegó a invertir más de veinte millones de dólares en la campaña electoral de Donald Trump hace dos años y está ligada al grupo 'El Derecho a Portar Armas'. Lo curioso de todo este asunto, es que este último grupo está presidido de forma directa por María Butina. A esto hay que sumarle que en el mismo momento en el que Torshin fue nombrado vicegobernador, su primer paso fue nombrar a Butina su 'asistenta ejecutiva personal'.
A Torshin se le ha relacionado también activamente con Alexander Romanov, aunque él mismo lo ha negado al diario El País. Romanov es un mafioso ruso que vive en Palma de Mallorca, a quien investigaron y con quien hallaron más de treinta conversaciones teléfonicas a las que el citado medio tuvo acceso; desde el medio afirman que "su relación no era puramente social, como afirma el exsenador ruso, sino de negocios".