Espinete, el mítico erizo rosa, es uno de los personajes de 'Barrio Sésamo' que solo queda en la imaginación de unos pocos nostálgicos de la televisión. Niños que, ahora son mayores y conservan la imagen de este entrañable personaje junto a la de Epi y Blas, Coco, La Gallina Caponata o El Monstruo de la Galletas, entre otros. Ellos amenizaban aquellas tardes cuando los niños regresaban de la escuela.
Queda poco ya de ese mundo de fantasía y colores que pintaron las tardes de miles de niños. Ahora, Espinete y muchos de esos personajes yacen entre cientos de toneladas de materiales y residuos peligrosos contaminados. Lo que debería ser historia de nuestra televisión y estar expuesto en algún museo dedicado a ello, se encuentra en un vertedero localizado en San Fernando de Henares y propiedad de la Comunidad de Madrid. Una verdadera, trágica y devastadora historia. Ni siquiera se ha costeado un 'entierro' digno para un personaje tan importante.
El desenlace tan siniestro del gran Espinete comienza con el almacenamiento de trajes, disfraces y zapatos que datan desde 1956 en los platós 10 y 11 de Prado del Rey (Madrid), conocidos como los Estudios de Color. Las instalaciones estaban podridas y envenenadas hasta sus entrañas por el terrible amianto que, los llevó a su obligada demolición. Un guion que nadie se esperaba y, menos, el tratamiento recibido por tal eminencia.
Espinete amenizó las tardes de miles de niños hasta finales de los 90
El erizo rosa, uno de los estandartes de 'Barrio Sésamo', se merecía mejor trato. En eso estaremos de acuerdo. Sin embargo, él y casi la totalidad de un material digno de la memoria televisiva de nuestro país está sepultado sin pena ni gloria en un vertedero y rodeado de residuos malolientes. Un patrimonio con un valor sentimental que bien se merecía otro trato.
La exposición continuada al amianto provocó que miles de objetos de vestuario y atrezo que se almacenaron allí durante tantos años quedarán totalmente contaminados. Una realidad que hizo imposible su rescate. La empresa supervisora SGS dictó "la imposibilidad de asegurar el desamiantado" de todos los elementos texto "debido a la rugosidad y porosidad de los materiales", según informó a El Mundo. Además, a esto hay que sumar que un lavado no valdría prácticamente para nada a la hora de deshacerse de las fibras del amianto adheridas a la ropa. Por lo que la empresa, lo catalogó como "materiales contaminados no recuperables". Unas palabras que sonaron a una sentencia de muerte para Espinete.
Sin embargo, hay algo que choca en este caso: momentos antes de cerrar los Estudios de Color para siempre, se ordenó, a los trabajadores que por allí se encontraban realizando sus quehaceres que durante dos horas cogieran cuanto pudieran. En unos platós donde se almacenaban más de 50.000 objetos de diferente índole; nadie se acordó de Espinete. ¡Qué desastre!
Se salvarón algún objetos al azar pero se olvidaron de Espinete
La realidad que sorprende a trabajadores y encargados del departamento de vestuario es que "a nadie le dieron explicaciones. Dicen que estaba contaminado, pero a la vez hay cosas que se salvaron de los Estudios de Color, como si a esas no les hubiera entrado la misma cantidad de amianto. Es difícil creer que no haya habido quien se ha llevado cosas de allí en todo el tiempo que estuvieron cerrados los almacenes". ¿Por qué no salvaron a Espinete? Se podía llegar a preguntar los lectores. ¿No merecía mejor final?
Algunos de los profesionales de TVE que aún recuerdan la figura de Espinete se han preocupado e interesado por su trágico devenir. María Casado, presentadora de 'La mañana de La 1' y autora de 'Historias de la tele', explica que algunos objetos se han salvado "por azar o por interés de algún trabajador", y añade, "de Barrio Sésamo, sólo he llegado a ver a Don Pimpón, que está ya muy viejito. El brazo lo tiene averiado, inservible, cosido con un remiendo". El erizo rosa ha corrido peor suerte que otros elementos de programas como 'La bola de cristal', de la que se conservan dos electroduendes y la famosa bola.
Uno de los personajes más querido por los niños ahora yace en algún punto de este vertedero de San Fernando de Henares, debajo de miles de escombros. La terrible soledad y el olvido marcaron los últimos años de vida de Espinete. Almacenado en algún punto de los Estudios de Color, fue tragando polvo de amianto durante la última década hasta su terrible desenlace.
Espinete se va sin pena ni gloria. Solo quedan de él las imágenes grabadas de en viejas cintas VHS. Seguramente a nadie le importe, pero Espinete es un viaje a la infancia y a nuestros más tiernos recuerdos cuando el tiempo no pasaba tan rápido como lo hace ahora.