La expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, fue una de las principales mentoras de Pablo Casado cuando el actual líder del PP creció en el seno de la formación madrileña.
La caída de Rajoy y las primarias frente al sorayismo llevaron a Aguirre a amadrinar a Casado junto a Aznar, en una clara apuesta por volver a un perfil duro en el que se potenciaba a personalidades como María San Gil o Jaime Mayor Oreja.
Dentro de ese 'casadismo', el mayor exponente de la vía Faes de Aznar era Cayetana Álvarez de Toledo, a quien aupó como portavoz en el Congreso con el criterio en contra de los barones.
Pero ahora todo ha cambiado. Su abrupta destitución y la rueda de prensa en la que aireó sus conversaciones privadas han terminado con una profunda preocupación y el temor, dentro del PP, a que Cayetana decida montar un grupo que se niegue a seguir las directrices de Génova.
Aguirre, antes defensor de Casado, ahora parece alinearse con ese sector duro convertido nuevamente en crítico. Así se ha pronunciado sobre la decisión de Cayetana de mantenerse en el Congreso.
Gracias Cayetana. https://t.co/hV4oFbvNw8
— Esperanza Aguirre (@EsperanzAguirre) August 30, 2020
No es la primera vez que muestra abiertamente su apoyo a la exportavoz popular. El mismo día de su destitución, aseguró que la decisión adoptada por su amadrinado le "entristecía profundamente".
Cayetana ha sido la mejor portavoz del grupo que han tenido nuestros principios y valores en el Congreso. Me entristece profundamente que haya dejado de serlo.
— Esperanza Aguirre (@EsperanzAguirre) August 18, 2020
La decisión, por contra, no ha gustado nada en la nueva dirección del Partido Popular. Esperanza Aguirre, con bajo perfil mediático desde que fue imputada por siete delitos de corrupción por, supuestamente, impulsar en 2004 un "entramado" en la Comunidad de Madrid para desviar dinero al partido que ella dirigía.
Gran apoyo al sector duro del PP
Aguirre, con una influencia menguante en la etapa de Pablo Casado a medida que se apuesta por perfiles como Ana Pastor o Cuca Gamarra, no oculta su apoyo a los restos del sector duro con el que aupó a Casado.
La expresidenta madrileña retuitea con frecuencia los mensajes que publica el candidato del PP a la Lehendakaritza (fue en coalición con Cs), Carlos Iturgaiz, uno de los máximos exponentes del aznarismo. El partido se desplomó a cuatro escaños (la coalición tuvo seis, dos para Cs), un desplome frente a los 9 de 2016. Feijóo, con una estrategia completamente diferente, revalidó mayoría absoluta en Galicia.