Esperanza Aguirre dimite. Sí, otra vez. Y algunos empiezan a temer que esto pueda ser el comienzo del fin de la lideresa. Podríamos intentar tranquilizaros recordando que ella ya ha dicho que no se piensa jubilar nunca, pero en su lugar os levantaremos el ánimo haciendo un repaso por los best hits de Esperanza Aguirre, esos motivos por los que la actual líder de la oposición madrileña no puede desaparecer nunca del mapa. Vaya por delante que ha sido muy, muy, muy complicado hacer una selección de sus múltiples bondades.
1 Su persuasión
Desde el primer momento que Esperanza Aguirre puso un pie en la Comunidad de Madrid en 2003 quedaron claras las habilidades de convicción del PP madrileño. PSOE e IU podían haber gobernado en coalición tras las elecciones de no ser por dos socialistas, Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez, que decidieron abstenerse. Con el tiempo se descubrieron las relaciones de los tránsfugas con militantes y constructores del PP que, casualmente, luego gozarían de concesiones de obra. Menos mal que los populares suspendieron la investigación, no fuera a ser que alguien difamase sobre Espe.
2 Su lucha contra la corrupción
"¡Yo destapé la Gürtel!", presumió orgullosa la lideresa en 2010. Lo dirá porque evitó que Francisco Granados fuera su consejero durante casi siete años, el que después encontraría un millón de euros de 'fontaneros o gente del Ikea' en casa de sus suegros. O porque descubrió que las imputaciones de alcaldes y diputados a su alrededor se debían a "tonterías, no por acusaciones". O porque solo hubo irregularidades en el 95% de las concesiones de su gobierno entre 2004 y 2008. Son casos que, sin su ayuda, no se habrían destapado... ¿no? ¿Cómo puede ser entonces que el motivo de su dimisión sea precisamente la corrupción de su partido?
3 Su impecable respeto a las autoridades
Si se lo propone, Esperanza Aguirre podría protagonizar perfectamente la versión ibérica de 'Fast & Furious'. Y para demostrarlo, protagonizó una persecución policial con la policía por las calles de Madrid. Las autoridades dicen que había aparcado en el carril bus de la Gran Vía para sacar dinero (¡cómo iba a hacer la condesa semejante tontería!) y, no contentos con ponerle una multa, querían entretenerla pidiéndole la documentación para hacerse la foto con ella.
4 Su gestión de la sanidad
Menos mal que Espe se propuso salvar la sanidad pública, que estaba "a punto de morir de éxito". Para ello, decidió conceder la construcción, los servicios y el personal de los nuevos hospitales a empresas privadas, además de reducir el número de trabajadores y camas. Su sucesora, Cristina Cifuentes, no acaba de ver esto del todo bien y ya está buscando la manera de revertir las medidas adoptadas por Aguirre. Ay que ver, Espe, tú encarándote a los manifestantes en los hospitales para que llegue otra y te enmiende la plana.
5 Su humilde sueldo
Que no digan que Esperanza ha robado, que ya contó en su biografía que a veces no llegaba a final de mes: "no tener pagas extras me tiene mártir, las he tenido toda mi vida y las echo de menos en Navidad y en verano. No es que haga números a final de mes, es que a veces no llego". ¿Cómo va a llegar una condesa de Bornos, condesa consorte de Murillo, grande de España y presidenta de la Comunidad de Madrid a final de mes con tan solo 5.825,92 euros? Normal que prefiriese trabajar en la empresa privada, donde ganaba 369.000 euros anuales.
6 Su facultad como periodista
Hasta el mismo día de su dimisión Esperanza Aguirre ha demostrado amplios conocimientos periodísticos, cuando les pidió a los fotógrafos que no le hicieran fotos tan de cerca para que no se le vieran las arrugas. Tanto sabe de comunicación que hasta controlaba Telemadrid, como aquella ocasión en la que llamó 'pelmazos' a unos reporteros porque fueron a grabarla y ella no les había convocado. También sabe cuándo no tiene que hablar, porque "cometo muchos errores todos los días, pero prefiero no contárselos porque sino usted los pone en el titular, como es su obligación", según le dijo a un periodista. Espe controla hasta los tiempos de las entrevistas y, si no se respetan, se va aunque no hayan terminado. Y sino que le pregunten a Évole.
7 Su integridad política
Vaya por delante la integridad de la lideresa hacia el Partido Popular... hasta que Manuela Carmena se mete de por medio. Esperanza Aguirre, como muestra de su flexibilidad y su habilidad de negociación, ha llegado a estar dispuesta a ceder la alcaldía al PSOE o a Ciudadanos con tal de que no gobernara Ahora Madrid. Algo parecido ha apoyado a nivel estatal, instando a Mariano Rajoy a ceder la presidencia con tal de evitar que Podemos entre en el poder. Y es que, cuando se trata de evitar que los soviets nos invadan, todo vale, hasta aliarse con partidos totalmente opuestos. No obstante, hasta Espe tiene sus debilidades, por escasas que sean: "en el mundo no me ha impresionado nadie; el Papa, Isabel II, el Dalai Lama... Lo siento, solo me impresiona Aznar".
8 Sus aptitudes como cantante
Y, encima de todo esto, Espe canta. Y lo hace cuando sea, ¿eh? Ella no marca líneas rojas. Si es el cumpleaños de Rubalcaba como líder de la oposición, también se lo canta. Para que luego digan que los políticos de ahora son modernos porque tocan la guitarra y bailan en televisión. Encima lo hace a capella, sin autotune ni mamandurrias, que diría ella.
9 Y bueno, porque Esperanza es todo amor
Si la condesa y grande de España tiene que reconocer su mayor éxito vital, lo tiene muy claro: "mi mayor logro ha sido elegir a mi marido". Y ya es, teniendo en cuenta que Espe ha conseguido sobreponerse a tamayazos, corrupción, persecuciones al volante y hasta una dimisión previa. A mí no me preguntes, solo soy una chica.