Esperanza Aguirre ha dimitido como portavoz del grupo popular en el Ayuntamiento de Madrid, tras la detención de su sucesor en el cargo, Ignacio Gonzaléz, por las supuestas irregularidades en la gestión del Canal de Isabel II.
Durante la lectura de un comunicado en el que no ha aceptado preguntas, Aguirre ha asegurado que dimite por no haber vigilado mejor las acciones de su equipo de gobierno y ha lanzado un dardo hacia el Gobierno, de quien ha recordado que otorgó a González un puesto como Secretario de Estado de Inmigración.
La exconcejal de Ayuntamiento de Madrid afirma también que, aunque la detención "no signifique que González esté realmente implicado en toda la trama", lo cierto es que ha apelado a esa responsabilidad "in vigilando". Ha afirmado que también hay que "asumir responsabilidades" por la corrupción, otro posible dardo a Mariano Rajoy, recientemente citado a declarar como testigo por la Trama Gürtel.
Ahora, el PP en el ayuntamiento deberá de elegir a su nuevo portavoz en el consistorio, un cargo que podría recaer sobre el consejal Íñigo Henríquez de Luna, que ha sido su mano derecha en esta última etapa política. Cabe la posibilidad de que se intente renovar el grupo municipal, pero la lista en el consistorio capitalino fue cerrada con las personas más leales al aguirrismo y no a Cifuentes.
Aguirre, habría tomado esta decisión en medio del estallido de la operación Lezo, en la que la UCO ha investigado varias dependencias de la Comunidad de Madrid, institución de la que Aguirre fue presidenta; así como por su declaración ante la Audiencia Nacional en el juicio de la trama Gürtel.
Con esta decisión, Aguirre abandona tanto su acta de concejala en el ayuntamiento de Madrid, como la portavocía del grupo popular en el consistorio capitalino. Con esta noticia, la expresidenta de la Comunidad de Madrid anuncia su tercera dimisión, la segunda por asuntos relacionados con la corrupción.
Tras una primera dimisión en 2012 por cuestiones de salud, Esperanza Aguirre volvió a la política activa en 2015 para presentarse a la alcaldía de la capital de España y así "poder frenar a Podemos", tal y como planteó ante todos los medios.
Sin embargo, la detención de su mano derecha, Francisco Granados, llevaron a que dimitese en febrero de 2016 como presidenta del Partido Popular en la Comunidad de Madrid, hecho que obligó a formar una gestora tras la que salió elegida su sucesora en el cargo, Cristina Cifuentes.
La reciente detención de su mano izquierda, Ignacio González, por quien llegó a decir que "pondría la mano en el fuego" y a quien designó como sucesor en el cargo al frente de la región madrileña, supuso el fin para la carrera política de Aguirre, rodeada por los escándalos de corrupción que han afectado a un gran número de miembros de su gabinete autonómico. Ignacio González podría enfrentarse a 40 años de prisión por todos los cargos que se le imputan.
Ya no ha servido aquello de "he nombrado a 500 cargos y tan solo dos me han salido rana". Aguirre, finalmente, ha visto como su carrera política llega a un punto y aparte por la imputación de sus compañeros de gobierno. Aguirre dice adiós a la política por la puerta de atrás.
