El 25 de enero las relaciones entre España y Venezuela llegaron a su punto más crítico, con la expulsión del embajador español en Caracas, Jesús Silva Fernández, a quien también declararon persona non grata por sus "continuas agresiones y recurrentes actos de injerencia en los asuntos internos".
La respuesta española no se hizo esperar, optando por la misma medida, la inmediata expulsión del embajador venezolano, Mario Isea. Desde entonces, se sucedieron tres meses de tensión diplomática hasta que la semana pasada el ministro de Exteriores del país sudamericano, Jorge Arreaza, entregó a su homólogo español, Alfonso Dastis, una carta que invitaba a retomar las relaciones cordiales entre ambos territorios.
Dastis aceptó la propuesta y comenzaron las negociaciones para volver a la normalidad. Estas terminaron la noche del miércoles 18 de abril con acuerdo entre las dos partes. De esta forma, "en el marco del respeto mutuo y del Derecho Internacional (...) el Reino de España, a través del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación y la República Bolivariana de Venezuela, a través del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores, han acordado iniciar un proceso de normalización de sus relaciones diplomáticas en beneficio de sus ciudadanos, que están unidos por estrechos vínculos que deben preservarse", según estipula el comunicado.
La primera decisión tomada es el regreso de los embajadores. De hecho, Jesús Silva Fernández, al tanto en todo momento de las negociaciones, podría regresar a Caracas este mismo fin de semana para volver a desempeñar su labor.
Maduro celebra el restablecimiento de las relaciones
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, analizó el acuerdo firmado con España poco después de anunciarse. Lo hizo a través de Facebook Live, donde aseguró que el embajador español es "bienvenido con las dos manos". También confirmó el retorno de Mario Isea a Madrid.
"Hemos anunciado restablecer las relaciones, normalizarlas, sobre la base del respeto, del diálogo, de la comunicación, de la vía diplomática", comentaba el presidente en su transmisión de Facebook. "Ojalá las relaciones mejoren, así debe ser", sentenció.
España no había protagonizado un conflicto tan grave con un país americano desde 1960, cuando la Cuba de Fidel Castro expulsó de su territorio al embajador franquista en La Habana.