España será el primer país de la Unión Europea donde será obligatorio que haya cámaras de vigilancia en los mataderos, tal y como ya planea el Ministerio de Consumo, encabezado por Alberto Garzón (IU). Se espera que este Real Decreto entre en vigor a finales de 2021 con el objetivo de mejorar el trato animal y controlar el cumplimiento de las medidas sanitarias.
Hasta ahora, recurrir a las videocámaras era algo meramente voluntario que solo utilizaban las grandes empresas de explotación animal. A partir de que el Real Decreto comience a funcionar, el sistema de videovigilancia deberá estar en todas las instalaciones con su sistema de grabación, almacenamiento y reproducción.
Deberán estar instalados tanto en los lugares donde haya animales, como en muelles de descarga, despiece, aturdimiento y ejecución. Por otra parte, zonas de descanso como comedores, vestuarios o aseos quedan al margen de la videovigilancia, como así también quedarán las zonas de espera de los camiones.
Evitar más imágenes de maltrato innecesario en los mataderos
El Ministerio de Consumo reclama que este sistema de videovigilancia es necesario para poder "cumplir los objetivos perseguidos", ya no solamente de garantizar las medidas sanitarias, sino de asegurar el buen trato de los animales. Esto surge para evitar que se vuelvan a repetir imágenes en las cuales los operarios de un matadero maltratan a los animales antes de su final, como ocurrió en enero de 2020 en Toledo, donde golpeaban a los animales y había nula higiene.
Las empresas tendrán tiempo para asumir estos gastos
El texto del trámite que se está realizando explica que se dará tiempo suficiente a las empresas para que tengan preparados estos sistemas de videovigilancia, entre uno y dos años. "Se ha considerado necesario que la entrada en vigor se produzca un año después de su publicación, ampliando este plazo hasta los dos años para los pequeños mataderos, para los que puede resultar más difícil afrontar el gasto de la instalación del sistema de videovigilancia".
El gasto aproximado que habrá para poner estos sistemas de vigilancia podría rondar los 7.000 euros en el primer año, entre los trámites administrativos anuales y la instalación de las cámaras. Este cálculo se ha hecho teniendo en cuenta que será necesaria la "instalación de cuatro cámaras, la adquisición de un disco duro y sistema de grabación, así como la contratación de un servicio de mantenimiento de los equipos".
Es un gasto que asumen las empresas, pero necesario para garantizar las medidas sanitarias en los más de 700 mataderos que hay en España, además del trato a los animales.