El paro en España continúa en descenso tras la creación de 400.000 puestos de trabajo en el año 2017 y se ha estabilizado en un porcentaje de alrededor del 16% de la población activa.
A pesar de ello, la situación en el país ibérico está lejos de ser la idónea. La muestra más evidente se encuentra en nuestro entorno: nuestro país se encuentra en la cola europea y solo se ve superado por Grecia.
La media actual de desempleo en la UE se sitúa en el 7%. Es decir, el paro en España supera en más de nueve puntos a la media del entorno comunitario. A pesar de que el Gobierno ha cumplido letra a letra el plan de ajustes impuesto desde Bruselas.
Los sindicatos también han aprovechado para destacar la pérdida de derechos laborales que ha llevado, a su juicio, a la precarización del empleo generado. En ello ha influido las constantes reformas laborales que han contribuido al abaratamiento del despido y el aumento de los contratos temporales.
A pesar de la recuperación de puestos de trabajo, las últimas tendencias no apuntan a una situación idónea hacia el futuro. El cuarto trimestre del año pasado (el período de octubre a diciembre) el paro aumentó en España en 34.900 personas y la ocupación cayó en 50.900, según datos de la Encuesta de Población Activa (INE), difundida por el INE.
Recuperación económica
Sin embargo, la tendencia continúa siendo positiva en términos generales, gracias a la influencia del crecimiento económico después de que la UE declarara el fin de la crisis económica que afectó a los mercados durante una década.
En ello ha influido los últimos cuatro años de mejora de empleo, a pesar de las debilidades que aún enfrenta el mercado laboral español. Lejos de los seis millones de parados, el número de personas que aún se encuentran sin empleo se fija en 3.766.700, una cifra aún preocupante.
España cuenta con un mercado laboral precario, que ha llevado a que el país ibérico jamás haya alcanzado el pleno empleo, una tasa de paro inferior al tres por ciento que afecta solo a aquellas personas que voluntariamente no trabajan o que se encuentran en proceso de cambio de puesto de trabajo.
El dato de desempleo más bajo registrado en España se encuentra en el año 2007, bajo el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, cuando el desempleo bajó del 8% con dos millones de parados.