El mundo enfrenta un rearme que se ha visto agudizado especialmente por la invasión de Rusia a Ucrania y, también, por el aumento de las tensiones registradas en la región del Indo-Pacífico. Tan solo en 2022, el gasto militar a nivel global aumentó un 3,7%.
España no se ha mantenido ajena a esta tendencia. Nuestro país ha incrementado las partidas destinadas a este fin y el año pasado incrementó en un 7,3% el gasto militar, con 18.500 millones de euros. En la última década ha aumentada en un 28% la inversión en este gasto, por lo que el país ibérico se sitúa en el décimo que más dinero destina a armamento.
Las tensiones registradas en el Viejo Continente, con un conflicto bélico nunca antes visto desde la Guerra de Yugoslavia, pero con implicaciones geopolíticas a nivel internacional incluso de mayor calado, implican que el gasto militar haya vuelto a alcanzar el gasto previo a la Guerra Fría, registrado a finales de la década de 1980.
En el ranking de los incrementos de gastos se encuentra Ucrania, el país que afronta en estos momentos el conflicto armado derivado de la invasión rusa. El país ha incrementado el gasto en un 640% en tan solo un año, por lo que ha tenido que destinar más de 40.000 millones de euros para hacer frente a la invasión del país.
Frente a Ucrania, la inversión de Rusia en armamento contrasta porque ha sido mucho menor, tan solo ha incrementado en un 9% la partida destinada a este gasto, que se ha visto aumentada hasta los 78.000 millones de euros.
Asia
Europa del Este no es el único punto caliente del planeta en estos momentos. La región del Indo-Pacífico, en Asia también se alza como una de las más convulsas del globo y está provocando un aumento del gasto militar a nivel global.
Entre los movimientos que provocan tensiones, se encuentran las pruebas armamentísticos de Corea del Norte o la tensión creciente en la isla de Taiwán, que han disparado el gasto militar en la zona y han generado, además, tensiones políticas entre los crecientes bloques políticos que están surgiendo en el mundo.
China está incrementando su gasto militar desde hace 28 años, mientras que Japón cuenta con el gasto militar más alto desde 1960. A ellos, también se suman otros movimientos, como el protagonizado por Australia, que cuenta con un plan para incrementar su capacidad militar, con un movimiento nunca visto desde la II Guerra Mundial. También, Arabia Saudí o India se encuentran en esta línea.