Las autoridades españolas han incautado un alijo histórico de casi 9.500 kilos de cocaína en el puerto de Algeciras, el mayor jamás intervenido en tierra en España. Este éxito policial, sin embargo, tiene una cara amarga: la producción de coca no para de aumentar y el mercado está inundado de droga, lo que ha provocado una caída en picado del precio del kilo, que ahora se sitúa entre 18.000 y 20.000 euros.
"El precio está más bajo que nunca, es obsceno para lo que hemos visto", señalan fuentes policiales al diario ABC. "Hace un año y medio alcanzaba los 25 o 26.000 euros. Si tienes más droga te arriesgas más, mandas cargamentos enormes. Tienen los almacenes a reventar".
Esta sobreproducción, espoleada por la política poco activa del presidente colombiano Gustavo Petro, está teniendo graves consecuencias. En Galicia, por ejemplo, se han llegado a vender partidas a 16.000 euros el kilo, y la presencia de laboratorios para procesar la pasta base de coca se ha detectado en varios puntos de Europa.
Macrolaboratorio
En abril, la Policía desmanteló un macrolaboratorio en Cerdedo-Cotobade (Pontevedra) con capacidad para producir 200 kilos de cocaína al día, el mayor hallado en suelo europeo. El laboratorio operaba las 24 horas del día con seis "cocineros" trabajando a destajo y casi como esclavos a las órdenes de una alianza de narcos colombianos y mexicanos.
Al alijo histórico de Algeciras le sucedió otro en diciembre: 7,5 toneladas que llegaron al puerto de Vigo y fueron interceptadas en Cambre. En este caso, los paquetes de droga llegaron camuflados entre lomos de atún.
Las incautaciones se suceden a un ritmo desconocido incluso en la época dorada de los poderosos clanes gallegos. Las cifras, no facilitadas aún oficialmente por el Ministerio del Interior, convirtieron a 2023 en el año en el que más cocaína se intervino de toda la historia: más de cien toneladas. Solo la Sección IV de la Udyco Central aprehendió 67,5 toneladas.
Continuará la tendencia ascendente
Todo apunta a que la tendencia ascendente seguirá: en el mes de febrero, Vigilancia Aduanera intervino ocho toneladas en el puerto de Algeciras. Los narcos habían ideado una estructura diseñada a medida para burlar el escáner del puerto. La mercancía declarada era un generador que viajó de Surinam a Panamá y de ahí a Algeciras. Tenía previsto continuar hasta Portugal y volver por carretera a España, una ruta inédita recién descubierta.
"Utilizan las rutas de siempre, pero suman continuas innovaciones", detallan fuentes policiales. "También desde Ecuador".
Ecuador como fuente
Ecuador se ha convertido en el principal país desde el que salen las partidas de cocaína. Solo entre enero y febrero, la policía ecuatoriana había interceptado 50 toneladas de cocaína procedente de la vecina Colombia, otra cifra muy preocupante para los países que combaten con desigual interés el tráfico de estupefacientes a gran escala. Colombia y Brasil serían, por este orden, los siguientes emisores de los contenedores en los que se camufla la droga que acaba en puertos españoles y europeos.
El 70% de la cocaína intervenida llega vía contenedor, pero dada la sobreproducción los cargamentos en barcos continúan y coexisten con los veleros, estos con partidas de entre 500 y 1.000 kilos.
"A más droga, más corrupción", aseguran las fuentes consultadas. "Los puertos se han convertido en epicentro de esa corrupción, como se confirmó a través de las plataformas encriptadas. La sobreproducción es el paso previo a un narcoestado. Ha pasado en Holanda, la situación en Ecuador es muy compleja y en España no estamos haciendo nada legalmente para cerrar esa puerta".
