Eurovisión 2018 no está yendo conforme a lo esperado para la delegación española. Lo que en inicio se suponía como un año de positivismo donde 'Tu Canción' partía como una de las favoritas para estar al menos en el top-10, desde la llegada al Parque de las Naciones de Lisboa todo se ha torcido.
La puesta en escena sencilla y sin pirotecnia comenzó a hundir a los nuestros, los que actualmente rondan la posición vigésima en las casas de apuestas, superados por países que han sabido plasmar mejor su actuación en el escenario o que vienen con el subidón de haber cuajado una buena semifinal. Siempre con alerta de que las apuestas no aciertan siempre, como vara de medida es horrible.
Sin embargo, la última mala noticia llegaba a eso de las dos de la madrugada del viernes 11 de mayo, pasada ya la segunda semifinal. Los productores de Eurovisión decidían el orden definitivo de actuación en el festival colocando a España en segunda posición, un puesto que históricamente se reconoce como maldito y nadie quiere tocar. En definitiva, una estacada más para una delegación que ya solo debe pensar en llegar al sábado, actuar como saben los triunfitos, y esperar.
¿Por qué no la quiere nadie?
El número dos es uno de los que nunca ha ganado Eurovisión. Además, por lógica, actuar después de el número inicial, que suele ser movido, es un desastre para Almaia. Consigo, tendrás 24 canciones detrás, por lo que el recuerdo del que actúa segundo se antoja complicado.
De hecho, se suele decir que la segunda posición se deja en manos de países con poca ambición para la final, que se contentan con estar en la final sin más. Este año, la RTP decidió que sus vecinos ocuparan ese lugar.
¿Hay antecedentes?
Curiosamente en los últimos doce años España ha pasado tres veces por el puesto número dos. Viendo como la segunda mitad ha sido lo más normal para TVE en lo que va de siglo, es ya casualidad vernos en la segunda posición tantas veces.
Antes que Almaia, ya Daniel Diges en 2010 y D'Nash en 2007 pasaron por la misma posición. Salvando a Diges, el que por el accidente con Jimmy Jump tuvo que actuar último para repetir su actuación de nuevo, el 'Algo Pequeñito' salvó los muebles arrancando un 15º puesto más que decente.
Por parte de D'Nash, su 'I Love You Mi Vida' se quedó con un decepcionante vigésimo puesto, buena muestra de que una canción movida como aquella podría haber apuntado algo más alto apareciendo en la segunda mitad de la final o al menos lo más cerca posible del descanso de la gala.
¿Casos positivos?
Seguro que leyendo esto estarás pensando en si algún año a alguien le ha salido bien esto de salir segundos en la final. Pues bien, no hay resultados para tirar cohetes, pero algo bueno sí se puede sacar en 63 años de historia.
El mejor resultado se da en 1965 con la británica Kathy Kirby. En el año en el que France Gall se corona con 'Poupée de Cire, Poupée de Son', Reino Unido queda segunda en otros tiempos, donde solo dieciocho países participaban. Curiosamente, a Kirby le seguía Conchita Bautista, que acabara ese año decimoquinta con un cero gracias al 'Qué bueno, qué bueno'.
Otro top-3 lo tendríamos en 1997 con Sebnem Paker y su canción 'Dinle', que acabara tercera en Dublín. Más allá en datos, encontraríamos alguna que otra incursión en el top-10 algún año pero son las menos.
'Un sandwich de baladas'
Para colmo de males, España no está en condiciones de destacar en su género dentro de la primera mitad de la final. Y es que rivales directos como Lituania o Portugal también actúan dentro de la primera mitad, para lo cual la RTP ha montado a las canciones lentas en los números pares de la final.
Abriendo Eslovenia el show, España iría segunda, quedando Lituania en cuarta posición, Estonia en la sexta y Portugal en la octava. Ser la primera balada es algo que puede verse con buenos ojos, ya que evita la comparación en puesta en escena con el resto, aunque tener tan cerca a Lituania, la que ya se ha metido entre las grandes favoritas para ganar el festival, es un debe.
¿Qué queda por esperar?
Luego de tanta noticia mala, ¿qué se puede esperar el sábado? Pues precisamente eso es lo mejor, esperar acontecimientos. En principio, España debe confiar en el fenómeno 'OT 2017' para arrancar voto extranjero, y valorar su canción como un tema muy afín para los jurados profesionales.
Con una interpretación que será modelo de Amaia y Alfred (de eso no dudamos nadie), la final estará tremendamente abierta en la parte media, y ser ahora mismo duodécimos o vigésimos está en un pañuelo. El problema, que todos pensábamos que esta canción daba para más. La suerte está echada.
