El problema de los refugiados se ha convertido en uno de los mayores dramas del siglo XXI. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados afirma que Europa está ante una de las mayores afluencias de refugiados en décadas, haciendo hincapié en que no se trata de un mero fenómeno migratorio, si no de una auténtica crisis. Per se el hecho es un auténtico drama, teniendo en cuenta las situaciones que los hacen emigrar: conflictos armados, extrema pobreza o persecuciones. Además, en busca de esa vida mejor emprenden rutas peligrosas que no les deparan una vida mejor, ya que en muchos casos el viaje acaba en repatriación, estancia en un Centro de Extranjeros o la muerte.
Aparte de lo enumerado, se ha destapado recientemente otro de los dramas que implica esta crisis. La cadena británica BBC ha sacado a la luz casos de refugiados sirios cosiendo para talleres turcos en condiciones míseras. El reportaje "Encubiertos: los refugiados que fabrican nuestra ropa" narra situaciones de trabajo esclavo en fábricas proveedoras de grandes marcas, como Mark y Spencer (M&S), Asos y Next, a través de grabaciones con cámaras ocultas en los talleres.
En el caso de M&S, la BBC descubrió a siete sirios trabajando en turnos de 12 horas en una fábrica proveedora de la firma. Según declararon para el reportaje, habían sido captados por un intermediario que les ofrecía menos de una libra por hora (1,12 euros). Varios de los refugiados encontrados son menores de edad, el más joven con 15 años.
En cuanto a Asos, se encontró a varios niños sirios trabajando para una fábrica suministradora. Una inspección posterior identificó a once adultos sirios y tres menores de edad, por debajo de los 16 años.
Por otra parte, localizaron a varios adultos y niños, esta vez menores de diez años, trabajando en un taller dedicado a la fabricación de pijamas para la firma Next.
Las marcas de ropa británicas no han querido permanecer en silencio y sus portavoces han salido a la luz para defenderse de las acusadiones. Según recoge Cambio 16, la firma M&S ha declarado que en sus inspecciones nunca han encontrado a ningún empleado Sirio, y se han ofrecido a dar empleo permanente a cualquier refugiado que haya trabajado para sus talleres. En otro lado, Asos ha querido aclarar que la fábrica que aparece en el reportaje no está autorizada oficialmente y que en compensación por lo sucedido se compromete a financiar la educación de los niños y a pagar un sueldo a los adultos, hasta que encuentren un trabajo legal. Por último Next ha querido dejar claro que la fábrica era un proveedor externo y que la pieza que se ve en el reportaje puede ser un caso aislado.
Firmas españolas en el punto de mira
Las marcas británicas no son las únicas protagonistas del reportaje. Tanto Zara como Mango se han visto salpicadas por la polémica. En el caso de estas empresas, se ha localizado a varios refugiados sirios en una lavandería que teñía pantalones, aunque entre ellos no había ningún menor de edad. Según el reportaje, los empleados de esta lavandería trabajaban doce horas en condiciones insalubres, ya que pulverizaban productos químicos sin mascarillas.
Inditex, empresa matriz de Zara, ha declarado para EFE que han encontrado a varios refugiados sirios en situación irregular trabajando para dicha lavandería. Como medida han decidido dar un plazo de dos meses para que la fábrica solucione las cuestiones pertinentes, o de lo contrario no contarán más con sus servicios. Mango, por otro lado, ha anunciado que ya no trabajará más con dicho taller.
Según señala la BBC, Turquía se ha convertido en los últimos años en uno de los mayores proveedores de material textil para grandes marcas europeas. El problema radica en que la crisis de los refugiados también ha situado al país en uno de los objetivos de los sirios que huyen de la guerra, por lo que proliferan los casos en los que los refugiados son captados para su explotación en talleres clandestinos.