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Economía

Por qué las empresas deberían pagar el transporte a sus empleados e incluirlo en la jornada

El tiempo y dinero que usamos en desplazarnos de nuestra casa al lugar de trabajo es, realmente, un gasto del que nadie se hace cargo.

¿Qué podrías contarnos sobre tu trayecto al trabajo? ¿Está tu casa cerca del lugar donde estás empleado o empleada? ¿Cuánto tardas? ¿Qué transporte utilizas? ¿Cuánto dinero te cuesta al mes? ¿Qué haces durante ese trayecto? Y más importante, ¿qué piensas sobre él? Desde la revista digital Medium se habla sobre la necesidad de que sea el o la empresaria quien pague el coste de tu viaje al trabajo. La razón es que se trata de una actividad ligada al empleo. Y, en realidad, las razones por las que tenemos que pagarnos nosotros mismos y mismas el transporte se basa en ideas falsas y arcaicas.

Las dos bases de que tengamos que costearnos el transporte al trabajo, según AJ Jones, autor del artículo, son las siguientes: primero, se asume que la persona puede controlar la distancia que hay entre su hogar y su trabajo. Es decir, nosotros podemos hacer una estrategia para vivir lo más cerca posible del trabajo si así lo deseamos.

¿Es esto cierto? Claramente, no. Como también apunta Miguel Ayuso para La Información, tenemos muchos factores en contra. Generalmente, las empresas se concentran en los centros urbanos, donde resulta muy caro vivir, o en las áreas periféricas, como polígonos industriales o parques tecnológicos, que no se encuentran en las cercanías de ninguna vivienda.

Los trabajadores, especialmente en países como España, tenemos que vivir donde el sueldo nos lo permita. Además, entran en juego factores como la cercanía de los familiares, de los centros escolares u otros servicios que podamos necesitar. Y también influye otra cuestión: si somos una pareja, ¿vivimos cerca de donde trabajo uno o el otro? Y, por último, ¿vamos a cambiar de casa cada 3 ó 6 meses según vayamos saltando de empleo en empleo? No es una ecuación tan sencilla.

La mayoría no podemos elegir vivir cerca del trabajo
"La mayoría no podemos elegir vivir cerca del trabajo"

La otra idea falaz de la que se habla en el artículo es que, en realidad, durante el trayecto la persona no está trabajando, así que no se tiene por qué pagar ese rato. Pero, ¿no es acaso un tiempo que estamos empleando para poder trabajar? Por lo tanto, estamos igualmente a disponibilidad del empleador, por lo que de manera indirecta, sí forma parte del trabajo y la jornada laboral. Es como decir que los 15 minutos que tengas de descanso a media mañana no se deberían pagar porque estás tomando un café y no trabajando, así que no te van a pagar por leer en el metro. Eso, cuando no estamos adelantando trabajo desde nuestro transporte con la tablet o el móvil. ¿Y esas horas extras que haces en casa porque no llegas a las fechas límite?

Situaciones extremas

Más allá de este modelo de trayecto al trabajo, que puede ser en metro, tren, autobús o en coche, antes y después de completar la jornada laboral, hay otros casos mucho más complicados. Es el ejemplo de muchas personas que trabajan, por ejemplo, en Madrid, pero tienen familia residiendo en provincias limítrofes, por lo que todos los días han de coger el AVE. O las que tienen que pasar la semana en una ciudad y el fin de semana recorrer muchos kilómetros para volver con sus familias (maridos, mujeres, hijos e hijas...).

Hay otras situaciones en las que parte de las tareas del trabajo consisten en desplazarse, como son los comerciales, las auxiliares de ayuda a domicilio y demás trabajadoras del hogar, entre otros empleos. Generalmente, la remuneración de esos trayectos tiene un respaldo normativo. En 2015 el Tribunal Europeo de Justicia sentenció que esos desplazamientos eran trabajo y debían ser contemplados tanto en los horarios como en el sueldo, pero los casos y las trampas son muchas.

¿Cuánto tardamos y pagamos de media yendo ir al trabajo?

De media podemos gastar más de 300 euros al mes en desplazarnos entre casa y el trabajo
"De media podemos gastar más de 300 euros al mes en desplazarnos entre casa y el trabajo"

En España, según datos de Eurostat, la media de minutos dedicados al desplazamiento hacia el trabajo se encontraba en 2015 en los 36.8 minutos por trayecto. Según un informe de La Caixa de 2008, nos costaba unos 8 euros diarios en ir y volver al trabajo, de media, ascendiendo a casi 13 euros utilizando el transporte público, con los incrementos que esto haya supuesto ahora, 10 años después.

Pero dentro de esto, las posibilidades son infinitas. Con una media de casi 40 minutos de trayecto, tenemos casos de viajes de 10 minutos hasta quien invierte hora y media o dos horas en cada viaje. Esto es común en las grandes ciudades, sobre todo si te tienes que mover desde barrios más alejados del centro.

Podemos pensar que el coche es más económico, pero no siempre podemos utilizarlo, por los atascos, la lentitud de la circulación, la dificultad para aparcar o el coste adicional del parking. A eso, debemos sumar el precio de mantenimiento del vehículo y que, a más uso, más veces tendremos que pasar por el taller. Y, no, no todo se arregla yendo en bicicleta. Con todo esto, ¿creéis que en algún momento se considerará parte de la jornada laboral al trayecto a nuestro lugar de trabajo?

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