El estreno de Pedro Sánchez como presidente en los actos oficiales de la Fiesta Nacional del 12-O no ha transcurrido de manera fluida. La última polémica que ha protagonizado ha sido hace apenas unas horas, cuando en la recepción oficial de los reyes en el Palacio Real, tanto él como su mujer han cometido un cómico error protocolario.
Durante el acto, los monarcas son quienes protagonizan el besamanos para recibir a los más de 1.500 invitados. Como establece el protocolo, el presidente y su mujer Begoña Gómez fueron los primeros en la fila del saludo real. La equivocación llega cuando tras estrecharle la mano tanto a Felipe VI como a doña Letizia, Sánchez y su pareja se colocaron junto a los monarcas en posición de recibir también ellos el saludo de los invitados.
Acto seguido, Ana Pastor la presidenta del Congreso le da la mano a ambos, aunque parece que consciente del error, a lo que rápidamente acude un miembro del equipo de protocolo para avisarles y abandonar la sala.
Como era de esperar, las redes se han inundado de críticas y chistes sobre la anécdota:
Lo que ha pasado en el besamanos del Palacio Real es una metáfora perfecta de la situación de Pedro Sánchez: sus delirios de grandeza le hacen colocarse donde no le corresponde y acaba siendo invitado a marcharse. Toma nota, Pedro. pic.twitter.com/l63PEbTld8
— Carla (@eledhmel) 12 de octubre de 2018
Pedro Sánchez encerrado en el cuarto de baño llorando porque creía que el besamanos era para él
— James Canapé (@jamcanape) 12 de octubre de 2018
Una profesión que veo ahora mismo con muchísimas salidas es jefe de protocolo de Pedro Sánchez.
— Inma (@garridotcom) 12 de octubre de 2018
Pitos y abucheos en el desfile
Pedro Sánchez llegaba en coche oficial al desfile militar celebrado por el Día de la Hispanidad. Sin embargo, tras colocarse en la tribuna de autoridades, el público a su alrededor le ha dedicado pitos y abucheos pidiendo elecciones.
Al acto no han asistido los presidentes de Catalunya, País Vasco, Navarra, Baleares y el líder de Podemos, Pablo Iglesias. Participaron 4.000 soldados de los tres Ejércitos y la Guardia Civil, 152 vehículos y 88 aeronaves. La exhibición aérea, sin embargo, tuvo que ser suspendida por la lluvia que caía en la capital.