Un error médico fatal ha terminado con un hombre sufriendo consecuencias que nunca olvidará. Los hechos han ocurrido en Marsella, Francia. Fue en 2020 cuando Adrien acudió a la revisión de su oftalmólogo para que le revisaran las gafas. Lo que aparentaba ser una cita sin gran importancia, terminó de la peor forma posible: salió completamente ciego.
Su médico, sin ninguna explicación, utilizó durante la sesión un láser que terminó con su vista. El oftalmólogo ha explicado, dos años después, que en realidad se confundió de expedientes y que no empleó la técnica que correspondía durante la cita, tal y como publica el medio francés BFMTV.
Adrien, que se ha pronunciado ante la citada cadena de televisión manteniendo el anonimato, ha explicado que cuando llegó a la sala del oftalmólogo le pidió que se sentara y pegara su frente contra una máquina.
Fue en ese momento cuando le preguntó qué relación tenía la máquina con las gafas. Lejos de ahondar en la pregunta, la única respuesta que recibió fue la siguiente: "Termino y luego te explico". Una conversación que podría haber salvado su vista y que, sin embargo, no evitó el fatal desenlace.
"No me dolió"
Adrien rememora aquellos instantes en los que sucedió todo: "No me dolió. Le pregunté qué era esa máquina, si era nueva. Me respondió que no, que era el láser", explica.
Pero, rápidamente, todo empezó a tornarse extraño: "Y ahí me llamó Frédéric". El médico se había equivocado en el nombre de pila. Los peritos forenses encargados del caso señalan que el error médicos es innegable y que las consecuencias son fatales.
Diez minutos después de ser tratado con láser, recuerda, "perdí la vista". Después, se tuvo que someter a dos operaciones para recuperar parcialmente la visión. Todavía es muy sensible a la luz y toma medicaciones para aliviar los dolores que padece.
"Me amputaron parte del ojo. Ya no estoy ciego, pero sobrevivo", afirma. "Es un error de mi parte. No soy mentiroso. Lo reconocí con el experto", asegura el médico implicado en declaraciones a BFMTV. El abogado de Adrien, Philippe Courtois, espera que pronto se lleve a cabo el juicio por el caso. Hasta entonces, el oftalmólogo sigue ejerciendo en Marsella.