El brote de fiebre del Nilo, que ya deja dos muertos en Sevilla, 38 casos y 23 hospitalizados, podría extenderse por toda España dada su capacidad de contagio. Así lo señala Pablo Barreiro, médico experto en Enfermedades Infecciosas y medicina tropical, además de Co-director del Máster de Bioética online de UNIR, en una entrevista con Europa Press.
"En la mayoría de casos, los principales síntomas son de un cuadro gripal, dolores musculares, fiebre, dolor de cabeza... e incluso puede ser asintomático", señala. Pero, al igual que sucede con el coronavirus, el gran problema se encuentra en aquellos que sí pasan la enfermedad de manera sintomática.
"De los casos diagnosticados con síntomas, la mitad ya podría tener como complicación una inflamación o encefalitis", señala el experto. Esto es lo que ha sucedido en Sevilla, donde el brote de esta enfermedad ya se ha cobrado dos vidas.
Por el momento, la situación preocupa en la capital andaluza. Barreiro tiene una explicación al motivo por el que, quizás, hay más casos en Sevilla: "Probablemente las aves autóctonas ya estén infectadas por el virus y haya un reservorio animal estable. Además, cuanto más cálida y húmeda es la zona, más sobrevive el mosquito", señala.
La mejor vía por el momento: la prevención
Por el momento, la mejor vía para evitar la acción de este patógeno se encuentra en la prevención. Como señala el médico, hay especial riesgo para personas con edad avanzada, así como enfermedades crónicas como diabetes, cáncer o medicación inmunosupresora. Además, los niños pueden sufrir duras complicaciones que pueden derivar en un cuadro de meningitis.
Este especialista ve posible que el virus se instale en nuestro país de manera definitiva, de manera que presentaría picos de transmisión "sobre todo en los meses más cálidos" del año.
Por el momento no hay vacuna, aunque Barreiro señala que el virus pertenece a la familia de la fiebre amarilla y que esta circunstancia facilita, a priori, el desarrollo de esta herramienta.
Para evitar contagios, la mejor herramienta se encuentra en utilizasr repelentes antimosquitos cada 6 u 8 horas. "Los más recomendables son los que llevan una concentración en torno al 45% de DEET", señala. Estos repelentes "se evaporan desde la piel y crean una protección que paraliza el vuelo del mosquito cuando se acerca".
Además, es recomendable evitar humedales y utilizar en lo posible mosquiteras en las ventanas o cerrarlas, siempre que sea posible. Con ello, evitaremos cualquier tipo de picadura.
