La lucha contra el maltrato animal es aún hoy en dia una de las grandes tareas pendientes de la sociedad que los gobiernos apenas se atreven a abordar. Uno de los animales que más sufren por la acción del hombre son los galgos, grandes corredores usados para cazar o carreras, duramente maltratados en los entrenamientos y que, una vez dejan de servir para esta tarea, acaban siendo abandonados o eliminados en el peor de los casos.
Decenas de miles de galgos son abandonados cada año en España. Las protectoras conocen muy bien esta situación y muchos de estos animales llegan con heridas y con miedo al ser humano fruto del maltrato al que han sido sometidos. Algunos consiguen ser adoptados y rehacer su vida en una familia feliz, pero otros no corren la misma suerte.
Esta realidad se repite en muchos países, pero en Reino Unido se ha conocido una situación de lo más escabrosa. Kerry Elliman, activista de la asociación Birmingham Greyhound Protection, que se dedica a la protección y cuidado de esta raza de perro, ha dado a conocer un terrible descubrimiento: los galgos que no pueden competir son vendidos a compradores en China, que los utilizan para "hervirlos vivos y conseguir su carne".
Elliman está centrado todos sus esfuerzos en rescatar a galgos de este negocio al descubrir que muchos británicos e irlandeses están aprovechando que Reino unidos no hay leyes que prohiban exportar a China para ganar dinero a costa del sufrimiento animal. "China no tiene ningún tipo de ley que proteja a los animales, y se están sacando galgos de mataderos y carnicerías a diario, gracias a la ayuda de personas valientes que los están rescatando", aseguran desde la protectora.
Hasta 300.000 euros por su carne
Birmingham Greyhound Protection tiene en su poder vídeos en los que pueden verse cómo estos animales son maltratados hasta la muerte a la vista de todos, o cachorros que se dejan morir. la primera denuncia ha ido a parar a dos criaderos irlandeses que estarían traficando con galgos en países como China o Pakistán. Estos perros se enviarían para "competir" pero en realidad estarían siendo usados como materia prima para las carnicerías, donde se les mete en agua hirviendo para matarlos.
"Es muy preocupante, y no podemos escondernos de la realidad acerca de o que les está ocurriendo a estas pobre criaturas", ha declarado Elliman al Sunday Mirror. Cuando los perros no pueden cometir, "su carne es todo lo que les queda", por lo que sus precios están alcanzando la desorbitada cifra de 300.000 euros, precio que muchos criaderos no pueden resistir.
"Puedo entender que existan unos valores y una cultura diferente en China, pero me preocupa que un animal sea tratado con tan poco respeto. ¿Pero por que nosotros tenemos que participar en eso?", reflexiona Elliman, criticando especialmente a aquellos británicos que entran en este terrible negocio: "en el Reino Unido se presume de ser una nación de amantes de los animales, pero aún así seles envía a un destino cruel".