Hace apenas unos días salía a la luz una terrible noticia ocurrida en Brasil. Una joven de 16 años era drogada y después violada por 33 hombres en una favela de una zona al oeste de Río de Janeiro. Lejos de que acabara ahí, los hombres decidieron fotografiar y grabar cómo violaban a la joven para, después, subirlo a Twitter, donde rápidamente recibió cientos de retuits y likes. El abominable contenido de dicha violación pronto se volvió viral en el país sudamericano hasta que Twitter cerró los perfiles de los usuarios que habían subido el material.
El escándalo ha alcanzado una gran magnitud y un alcance prácticamente global, promoviendo el debate sobre la violencia machista y el uso de las redes, por lo cada novedad sobre esta noticia está captando la atención de todos los medios tanto nacionales como internacionales. En medio de la investigación policial que está intentando determinar la identidad de los criminales, la víctima ha decidido hablar en una entrevista tanto en una cadena de televisión brasileña como en un periódico del país.
En declaraciones a la prensa brasileña, la joven, cuya identidad sigue en el anonimato, pensaba que "se iba a morir" y que sería imposible que saliera viva de allí. Narra que aquel terrible día comenzó cuando quedó con su novio, de 20 años, jugador de fútbol del Boa Vista y relacionado con un grupo narcotraficante de la zona, pero después de eso no recuerda nada más hasta pasadas unas horas.
"Cuando me desperté tenía un hombre debajo de mí, otro encima y otros dos me sujetaban. Me puse a llorar. Había muchos hombres. Llevaban rifles y pistolas y el lugar estaba muy sucio", dice, mientras recuerda que también la insultaron. Breves momentos después, un conocido de la víctima entró en la habitación donde estaba siendo acosada y les pidió que parasen.
La adolescente también confiesa cómo se ha sentido a lo largo de todos estos días. Por desgracia y para bochorno social, la red no se lo ha puesto nada fácil y ha recibido insultos, amenazas y acusaciones en las que es tachada de drogadicta, responsabilizado a la mujer, una vez más, de una violación. "Yo no consumo, pero sí me drogaron", afirma con contundencia. Además de la desconfianza con la que se ha recibido su caso por la mayoría de la población, explica que no fue bien tratada en la comisaría donde denunció el delito. "El Jefe de Policía me echó la culpa de lo ocurrido. Me preguntaron qué hacía allí y si había tenido sexo en grupo anteriormente", insinuando que la violación no habría sido tal.
Además, la víctima explica que sus secuelas son tanto físicas como psíquicas. "Siento basura saliendo de mi cuerpo, mi boca y mis ojos", dice, mientras admite que desde entonces se ducha varias veces al día. "El estigma es lo que más me duele. Es como si la gente dijera 'es su culpa, usaba ropa provocativa'. Quiero que la gente sepa que no es culpa de la mujer. No puedes culpar a una víctima de un robo por ser robada".
Detienen a dos de los seis acusados
En las últimas horas dos personas han sido detenidas en relación a la violación. Se trataría de Lucas Pedromo, novio de la víctima, quien asegura que tras pasar la noche con ella no volvió a verla, y de Raí Souza, de 22, que se entregó voluntariamente a la Policía tras admitir que había sido el autor del vídeo. Este sospechoso también confesó que mantuvo relaciones sexuales consentidas con la víctima pero que no participó en el momento de la violación.
Cristiana Bento, jefa de la Comisaría de la Infancia y Adolescencia de la Policía de Río de Janeiro, quiere llegar al fondo del caso. En declaraciones a los medios dejó claro que el vídeo prueba que hubo una violación en grupo, que la Policía no tiene ninguna duda sobre la validez de este caso y que están intentando probar la cantidad de hombres que pudieron abusar de la adolescente. "Si uno abusa y otro mira, ambos deben responder por el mismo crimen", defiende. Hay otros cuatro acusados en busca y captura que aún no han sido encontrados por la Policía.