'La nueva forma de estar siempre conectado con tu trabajo'. Este es el eslogan que utilizaron los primeros móviles estilo smartphone, anunciando la llegada de un nuevo mundo de comunicaciones, donde estaríamos siempre en contacto con el mundo exterior, el cual incluye obviamente el trabajo. El problema es que sin darnos cuenta nos hemos atado a una jornada laboral que se aleja mucho de las ocho horas obligatorias, ya que nuestra eterna disponibilidad a través de las redes a veces nos ha podido jugar una mala pasada.
Nadie quiere estar 24 horas conectado al trabajo, y eso es algo de lo que en Francia se han dado cuenta. Por ello, de la mano de la nueva reforma laboral del país llega una disposición que contempla el derecho de los asalariados a desconectarse fuera del horario de trabajo. A través de este derecho, el Gobierno quiere asegurar el descanso y las vacaciones de sus conciudadanos.
El texto no contempla una forma única y homogénea de aplicación para todas las empresas, sino que la forma de hacerlo será mediante la negociación entre las asalariados y la directiva. A través del diálogo, la ley abre la puerta a la regulación consensuada entre las partes interesadas, ofreciendo la oportunidad de adaptar el texto a las necesidades de cada empresa. Por ello, no figura la obligación de apagar el móvil profesional al finalizar la jornada laboral, ni el bloqueo del servidor de correos electrónicos para evitar su circulación a partir de una determinada hora.
De esta forma, en las compañías de más de 50 empleados, dirección y representantes de los trabajadores tendrán que reunirse para fijar las pautas de aplicación de la medida. En el caso de no alcanzar un consenso entre la empresa y los empleados, será la directiva quien redacte una carta con las reglas.
Según la propia medida, el objetivo es fijar las "modalidades del pleno ejercicio del derecho del asalariado a la desconexión", así como "la puesta en marcha por la empresa de dispositivos de regulación de la utilización de herramientas digitales".
Varias empresas se han sumado a la iniciativa
La compañía de telecomunicaciones Orange ha sido una de las pioneras en facilitar el descanso íntegro de sus trabajadores. Según el acuerdo al que llegó con sus empleados, la empresa ha establecido tiempos de no utilización de mensajería electrónica, especialmente durante las reuniones, para facilitar la concentración.
Otra de las empresas que ha implantado medidas similares es el fabricante de neumáticos Michelin, que ha fijado "un control de las conexiones a distancia" para evitar la circulación de mensajería entre las 9 de la noche y las 7 de la mañana en los días laborales y todo el fin de semana.
Así pues, dichas compañías se suman a las voces que piden una regulación de las tecnologías de la información y la comunicación, pues "si están mal controladas, pueden tener un impacto para la salud de los asalariados", en palabras de la ministra de Trabajo francesa, Myriam El Khormri, promotora de la ley que porta su apellido.