El funeral de Estado para despedir a Isabel II ha reunido en la Abadía de Westminster a representantes de un gran número de países, monarquías europeas y repúblicas de todo el mundo. Una despedida que se ha extendido durante 11 días y que ha acaparado la atención de medio planeta en la llegada de Carlos III a la monarquía.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden; el francés, Emmanuel Macron; el primer ministro canadiense, Justin Trudeu; la neozelandesa, Jacinta Arden; el presidente brasileño, Jair Bolsonaro... una larga lista de líderes de países se han citado en Londres junto a miembros de familias reales, entre los que se encontraban el rey Felipe VI junto a la reina Letizia y los reyes eméritos, Juan Carlos y Sofía, con los que ha compartido asiento en virtud del protocolo británico.
Carlos III y sus hijos, Guillermo y Enrique, han llegado a Westminster Hall a sobre las 10:30 hora local. Allí se ha instalado la capilla ardiente de la monarca y durante cuatro días, casi un millón de ciudadanos habían desfilado en su interior para despedirse de Isabel II. El féretro ha sido transportado hasta el armón militar que lo conduciría hasta la abadía, a tan solo 200 metros. Un total de 142 miembros de la Marina Real se han encargado de arrastrar un carro de más de tres toneladas.
Dentro de la iglesia se encontraban 2.000 invitados, donde también se encontraban miembros del Gobierno, como la primera ministra Liz Truss, y ex miembros, como el ex primer ministro Boris Johnson, así como sus antecesores en el cargo, Theresa May, David Cameron, Tony Blair, Gordon Brown o John Major. Allí, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, ha pronunciado un servicio religioso de una hora de duración.
A las 12:00, se han brindado dos minutos de silencio en señal de respeto a la monarca fallecida, dentro de la abadía y por todo el Reino Unido. Hasta que finalmente ha sonado el himno nacional, seguido de las notas del gaitero privado de Isabel II, desde un balcón en la nave central.
Desde entonces, ha comenzado el cortejo fúnebre que ha llevado el féretro de la monarca hasta el Arco de Wellington, un largo recorrido que se ha realizado por el centro de Londres, con miles de ciudadanos ue han esperado durante muchas horas para despedirse de la monarca.
Sobre el ataúd, reposaban la Corona de Estado, el Orbe y el Cetro Imperial, además de una corona de flores, parte de cuyo follaje correspondía a las flores del buqué de novia de Isabel II de 1947. Algunas fueron trasplantadas después de la ceremonia.
Llegada a Windsor
Finalmente, los restos han llegado al castillo de Windsor, donde la monarca ha recibido sepultura. El féretro ha sido trasladado en un coche rodeado de un cortejo de militares que acompañaban con paso solemne. Allí se ha organizado una ceremonia privada, y su cuerpo se ha enterrado en el Memorial Jorge VI, una pequeña capilla anexa donde ya reposan sus padres y las cenizas de su hermana Margarita. Los restos de su esposo, el Príncipe Felipe, serán enterrados junto a ella, trasladándolos de la cripta real, donde se encuentran desde que murió en abril de 2021 con casi 100 años.