El calor apremia y lo que apetece en estos momentos es disfrutar de una buena cerveza refrescante con la que poder desconectar de nuestras labores diarias y hacer gala de un buen descanso.
No hay que olvidar que, consumida con moderación, la cerveza aporta minerales y puede suponer una bebida hidratante. Eso sí, siempre con moderación: si nos pasamos, empezaremos a abrir los brazos a la temida resaca, la deshidratación y el daño a nuestro organismo, por lo que esos efectos se diluirán.
La cerveza gusta, sí, pero no siempre igual. Por ejemplo, beberse una lata o botella caliente puede ser uno de las peores experiencias, sobre todo, si te consideras a ti mismo como cervecero.
Por ello, lo mejor es enfriar bien esta preciada bebida. Pero... ¿qué hacemos si se nos ha olvidado o, por ejemplo, acabamos de comprar las latas en el supermercado y se nos antoja una?
El método definitivo para enfriar la cerveza cuanto antes
Si tienes este problema, hay una solución rápida y sencilla. Para ello, simplemente tenemos que recurrir a la ciencia aplicando un método completamente tradicional.
Se trata de meter las botellas de cerveza en un barreño con hielo. Cuando las hayas colocado, simplemente hay que añadir agua y sal, de manera que la temperatura del líquido bajará de manera inmediata como resultado de una reacción que derrite el hielo.
Sin hacer nada más y con este método, la cerveza estará sumamente fría en aproximadamente 15 minutos, el tiempo que has tardado en colocar toda la compra o en prepararte para tu momento de relax.
Olvídate de la nevera y de esperar largo tiempo comprobando si la bebida finalmente ha alcanzado la temperatura óptima para su consumo. Con agua, hielo y sal podrás conseguir maravillas.