Aunque no es común, a veces podemos encontrar en el supermercado productos en mal estado. Por regla general, los establecimientos suelen dar una respuesta rápida y facilitan la devolución del dinero o el cambio por uno en buen estado. Sin embargo, también puede darse la situación de que el cliente caiga enfermo tras consumirlo.
Es lo que le ha pasado al padre de Fran Granada, que indignado ha relatado a través de Twitter lo que le ha sucedido a su progenitor tras consumir durante dos meses proteína de la marca de Lidl. ¿El motivo? En su interior encontraron un feto de lo que parce un animal.
La proteína en cuestion es la de la foto. Cuando llevaba cerca de una semana consumiéndola a diario comenzó a sentir malestar en el estómago. Después de ello empezó a tener sarpullidos en la piel. pic.twitter.com/qAvltCwybi
— Fran Granada (@frangranadafilm) July 16, 2020
"Cuando llevaba cerca de una semana consumiéndola a diario, comenzó a sentir malestar en el estómago. De de ello, empezó a tener sarpullidos en la piel", narra. Y es el que principio no pudieron ver la "sorpresa" que contenía el bote, pues estaba enterrada entre la proteína.
"Cuando llevaba cerca de un tercio del producto consumido, descubrió un tropezón del tamaño de una canica y al descubrir que estaba duro, lo examinó. A continuación buscó en el interior del bote y tras inspeccionarlo y consultarlo, efectivamente se trata del feto de un animal", cuenta, acompañando su relato de la imagen del feto junto a un metro para que comprobemos que mide 7 centímetros.
Dentro de la proteína había lo que podéis ver en la imagen. Tras inspeccionarlo y consultarlo, efectivamente se trata del feto de un animal. No lo hemos identificado aún pero ojito a la foto que son 7cm de bicho...
— Fran Granada (@frangranadafilm) July 16, 2020
La respuesta de Lidl
Ante este suceso, que además provocó un empeoramiento del estado de salud del padre de Fran Granada, la familia se puso en contacto con Lidl. Sorprendidos, la única respuesta que obtuvieron es que le cambiarían el bote de proteína por otro. "Ni investigación, ni respuesta. Han sudado literalmente del asunto", denuncia indignado Granada, que se queja que la única respuesta del supermercado haya sido la de reemplazar el producto "como su fuese una batidora rota".
"Considero que e sun tema muy grave y en el que por lo menos deberían poner el foco, investigarlo y retirar el producto, que sigue a la vente tras conocer el caso de mi padre", añade, apuntando que Lidl lleva dos meses ignorando sus cartas y correos.