La inauguración del Hospital Isabel Zendal, que todavía no cuenta con una plantilla de sanitarios, se está gestionando a contrarreloj. La intención del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso pasa por trasladar forzosamente a sanitarios procedentes de otros centros en lugar de ampliar la plantilla del sistema, a pesar de que afirma que ha construido este hospital para descongestionar la sanidad madrileña, ya saturada por la situación actual.
Los departamentos de Recursos Humanos de los 14 hospitales públicos de la región han comenzados a recibir cartas para empezar a gestionar dichos traslados ante el fracaso de la primera campaña de captación de voluntarios. Tan solo se han presentado 106 personas entre fijos e interinos, cuando para poner en funcionamiento el primero de los pabellones se requieren 669 profesionales. Por el momento, ya se ha ordenado el traslado de 297 efectivos, siendo el Hospital 12 de Octubre el más afectado, con 52, según la Cadena SER.
Con este contexto, una enfermera afectada por esta situación, Carmen García, ha denunciado la situación que se está viviendo en la sanidad madrileña por la apertura del Hospital Isabel Zendal y los traslados forzosos de sanitarios.
Se trata de una situación que está generando una fuerte incertidumbre entre los profesionales de la sanidad madrileña. De hecho, algunos jefes de sección están pidiendo a sus subordinados que no respondan a llamadas de teléfonos largos, ya que podrían indicar un traslado ordenado desde la Consejería de Sanidad.
"¿Y mis derechos?"
Carmen García, una enfermera de Madrid, ha denunciado a través de Twitter la situación que se está viviendo en estos momentos en la sanidad de la región. Esta sanitaria, que lleva seis meses trabajando en el Gregorio Marañón, denuncia que se siente utilizada por la Comunidad de Madrid en una especie de campaña política para mejorar la imagen de la presidenta.
"Soy otra enfermera marioneta a la que este gobierno mueve a su antojo, en vez de invertir en mejoras de las condiciones laborales. Aclarar que este hospital me pilla a una hora y media de transporte público desde Madrid centro, está muy mal comunicado y no tengo coche para moverme por Madrid. Esto supone añadirle a mi jornada laboral tres horas extra cada día, o hacer una inversión y conseguir un coche, con un dinero que no tengo", denuncia.
Mi negativa a ir no cuenta, lo que ocurre es una penalización de un año sin llamarme de lo público si rechazo, así que me pregunto dónde están mis derechos como trabajadora
— carmen (@crmengrcia) December 9, 2020
A pesar de que no tiene intención que cambiarse a este centro, asegura que la Consejería de Sanidad le ha amenazado con represalias: "Mi negativa a ir no cuenta, lo que ocurre es una penalización de un año sin llamarme de lo público si rechazo, así que me pregunto dónde están mis derechos como trabajadora", se lamenta.
Mi negativa a ir no cuenta, lo que ocurre es una penalización de un año sin llamarme de lo público si rechazo, así que me pregunto dónde están mis derechos como trabajadora
— carmen (@crmengrcia) December 9, 2020
Ante esta situación, se plantea tres opciones: mudarse "en cuestión de una semana y ante la posibilidad de perder la fianza de su vivienda", "perder horas de sueño y salud mental" o "gastarme más de 2000 euros que o tengo en un coche".
lo peor de todo es que tengo que DECIDIR EN MENOS DE 24H si tengo que mudarme de madrid y asumir la penalización o aceptar estas condiciones de trabajo lamentables
— carmen (@crmengrcia) December 9, 2020
Lo que más critica, sobre todo, es la imprevisión que ha encontrado, ya que se enfrenta a un cambio de trabajo en el plazo de 24 horas que, además, implica una gran penalización en el caso de que finalmente lo rechace.
