Son cinco las Comunidades Autónomas que más se están viendo afectadas a causa del gas radón, uno de los gases más peligrosos y que más vidas se ha cobrado. Según la Plataforma de Edificación Passivhaus (PEP), Extremadura, Galicia, el norte de Andalucía, Castilla y León y la sierra de Guadarrama de Madrid, son las zonas de España que se encuentran en el top del ranking de las más afectadas.
La asociación sin ánimo de lucro, que a su vez promueve la construcción de edificios altamente eficientes, recuerda que este gas es radiactivo, incoloro, inodoro e insípido y que procede de una multitud de materiales comunes. Algunos de ellos son materiales de construcción y de paredes rocosas de multitud de cuevas que contienen ciertas rocas de la corteza terrestre, del uranio de zonas graníticas y de aguas de montaña que no son depuradas.
El peligro está presente
Lo malo es que la mayor parte de la sociedad no es consciente de lo peligroso de este gas que, según la Organización Mundial de la Salud, es la segunda causa de muerte por cáncer de pulmón y el responsable de alrededor de un 10 por ciento de esta enfermedad en personas no fumadoras.
Asimismo, se estima que la proporción de estos casos de cáncer de pulmón a nivel nacional con respecto al total varía de un 3 a un 14 por ciento, en función de la prevalencia de consumo de tabaco y de la concentración media nacional de radón.
El peligro real de este gas es que, al emanar del subsuelo, se acumula en el interior de lugares cerrados como pueden ser las viviendas o los lugares de trabajo. Y tras desintegrarse, emite una serie de partículas que son radioactivas y al ser respiradas acaban sobre las vías respiratorias. Allí tienen la capacidad de corromper el ADN y provocar el desarrollo de un cáncer de pulmón.
