La familia real española se encuentra en plenas vacaciones. La reina Sofía y su hija, la infanta Elena, disfrutan de unos tranquilos días de vacaciones en Palma. Su otra hija, la infanta Cristina, se habría atrevido a cruzar el charco con dos de sus vástagos para visutar a su cuñada Cristina Urdangarín en Minnesota. Allí, los pequeños Irene y Miguel disfrutaron de un campamento de verano, eso sí, lejos de sus primas Leonor y Sofía, que también fueron a Estados Unidos.
La separación de los monarcas y la hermana de Felipe VI es evidente, incluso habrá algunos que se pregunten por qué Cristina no se ha atrevido a pisar la isla de la que una vez fue duquesa. Además, aprovecha cada momento para visitar a Iñaki Urdangarín en la cárcel, por lo que este año no irá a Francia a ver a la familia de su esposo. La madre del preso se encuentra delicada de salud y tampoco visitará su país natal, por lo que se quedará en Barcelona durante todo el verano.
Han pasado más de quince años desde la primera vez que vimos a las hijas de don Juan Carlos y doña Sofía junto a la que por aquel entonces era solo Letizia Ortiz, una vecina más del distrito de Moratalaz (Madrid). La primera foto en la que pudimos verlas juntas se tomó durante la pedida de mano de los entonces príncipes de Asturias. Sin embargo, pronto, toda cordialidad entre ellas se desvanecería y se haría evidente su poca simpatía. Las Infantas pensaron que la periodista sería alguien fácil de manipular, pero una vez puso el pie en Zarzuela, demostró que tenía un fuerte carácter. Llegaba para revolucionar y poner patas arribas todas las relaciones de la familia Borbón y Grecia. Tras la esperada boda real en 2004, poco después se hizo evidente que las hermanas de Felipe y la actual reina consorte de España nunca acabaron de congeniar como se esperaba.
La muerte de Erika Ortiz, el detonante final
Desde que se descubriera la implicación de su marido en uno de los casos más polémicos de corrupción política en España, el caso Nóos, Cristina de Borbón no se ha podido ni acercar a su hermano ni a su cuñada. Muchas son las voces que apuntan a que los hermanos se habrían reconciliado, o al menos habrían superado la barrera no haber mantenido ningún tipo de comunicación o encuentro en cierto tiempo. Eso sí, en privado. Sin embargo, Letizia no perdona a sus cuñados y no quiere ni verlos. A diferencia de Urdangarín, la implicación de la hija mediana de los emérios en el caso no la llevó a ingresar en prisión, pero sí perdió el título de duquesa de Palma de Mallorca que su padre le entregó en 1997. Sin mebargo, la imagen de la Casa Real ya estaba manchada.
Era de sobra conocida la buena relación que ambas mantenían antes del enlace real, de hecho Urdangarín y Cristina de Borbón fueron sus mejores aliados a la hora de guardar el secreto de su noviazgo. Felipe se alojaba en la casa de su hermana en Barcelona cuando se acababan de conocer y Letizia vivía allí por trabajo. Hoy en día, considera que su hermano le ha devuelto muy mal el favor. No dejar que su hija Irene haga la comunión en el Palacio de la Zarzuela o la no invitación a su proclamación como rey en Palacio son algunos de los momentos que han entorpecido la relación de la esposa de Urdangarín con su hermano.
Hasta que no le fueron retirados los cargos que se le atribuían por el caso Nóos, la ex duquesa de Palma no pudo exponerse en público junto a su hermano ni su cuñada. Nadie podía fotografiarles juntos. Al menos así lo han explicado a El Español fuentes cercanas al Rey Felipe VI: "Ya tenemos muchas batallas propias como para volver a pelear con las del pasado". Por lo tanto, la guerra está aún latente. Del mismo modo, habría que remontarse a la muerte de Erika Ortiz Rocasolano, la hermana pequeña de Letizia para entender qué ocurrió realmente entre ellas y especialmente, la infanta Elena.
Jaime de Marichalar complicó su relación
La pérdida de su hermana supone uno de los peores momentos de la vida de doña Letizia. Sin embargo, este drama le llevó a entablar una relación más cercana con Jaime de Marichalar, que ofreció todo su apoyo a la ex presentadora de TVE. Por esta razón, cuando se anunció el divorcio de los duques de Lugo, la madre de Leonor y Sofía se posicionó al lado de Marichalar, lo que no sentó nada bien a su cuñada, la infanta Elena. Según una amiga de la mayor de los Borbón y Grecia, la madre de Froilán y Victoria Federica tampoco traga con el trato que la esposa de su hermano le da a su oficio como reina: "Elena lleva fatal que para su cuñada la Corona sea trabajo. Para ella es un honor y un deber servir a su hermano, el rey. No entiende el concepto de Letizia. Le pone de los nervios".
Desde que Letizia ascendió al trono como reina consorte, al lado de su esposo, el rey Felipe VI, la situación ha empeorado y Letizia ha querido resarcirse de todos los malos tragos que, según ella, ha pasado por culpa de las hermanas de su marido. A Elena no le gustó nada que sus padres pasaran a ser eméritos y será algo que tomó muy en cuenta a la hora de valorar su relación con Letizia. De la misma manera, fue la primera en aconsejarle a su padre que ya era el momento de desaparecer del foco mediático. Así lo hizo.
No fue el único cambio, ya que las hermanas de Felipe también pasaron a ser familia del Rey y no familia real, título del que hasta entonces habían disfrutado. Significaba que no estarían presentes en ningún acto oficial, a menos que el rey lo solicitara. Lo achacan a la influencia de Letizia en su marido y todo lo que tenga que ver con la monarquía española. Ni comentar lo mal que les pareció el desafortunado gesto que Letizia tuvo con Doña Sofía a la salida de misa en Palma, durante la Semana Santa de 2018: "Menos mal que Elena no estaba allí, sino sí que se hubiera liado de verdad".