Siempre se ha rumoreado que las condiciones de los alimentos en los restaurantes de comida rápida no son las mejores. Sin embargo, en un Burger King del Estado de Delaware (EEUU) se ha llegado demasiado lejos. Una mujer grabó un vídeo que rápidamente se ha hecho viral. En las imágenes, aparecen dos ratones que corren y juguetean en un paquete lleno de panes de hamburguesa. Algo que, evidentemente, ha desatado todo tipo de críticas a la compañía.
"No vayan al Burger King de la ruta 202", escribió Shantel Johnson en su muro de Facebook, acompañado de emoticonos de ratas y calaveras y, claro está, de la grabación de la desagrable escena. El vídeo cuenta con un millón de visitas en apenas una semana y ha sido compartido más de 23.000 veces.
Tras su viralización, el Departamento de Salud y Servicios Sociales de Delaware clausuró el restaurante e inició un análisis exhaustivo sobre el centro. Los inspectores de la Oficina de Protección de Alimentos lo tuvieron claro: "las condiciones higiénicas son repulsivas".
En el informe, al que ha tenido acceso CBS Philadelphia, se recoge también el hallazgo de heces de estos animales en panes de hamburguesas y de sándwiches, así como cerca de la máquina de hielo, el calentador de agua y detrás de las freidoras.
Burger King lamenta el incidente
La compañía estadounidense ha salido al paso de las denuncias de los consumidores con un comunicado en el que deja claro que se trata de un "caso aislado": "La seguridad e higiene de los alimentos siempre es nuestra prioridad. Ya hemos contactado con quien independientemente posee y gestiona el establecimiento, para que investigue este asunto y asegure que se tomen medidas apropiadas. Podemos confirmar que el restaurante ha sido temporalmente cerrado y abrirá una vez que se resuelva este problema".
Para que el Burger King de la ruta 202 en Delaware abra de nuevo sus puertas, deberá pasar un exhaustivo control de higiene que garantice el buen estado de los alimentos y del establecimiento. Aun si lo consiguiera, tendrá que superar un escollo todavía mayor: recuperar la confianza en el consumidor, que seguro se preguntará ahora si alguna vez comió una hamburguesa con estas condiciones insalubres.