Pese a que la homosexualidad en animales es algo que siempre hemos conocido, se ve que hay quien aún se sorprende. En este caso, una fotografía tomada por Paul Goldstein ha despertado la polémica en Kenia. Goldstein se encontraba en la reserva natural de Masái Nara cuando, de repente, pudo observar que había dos leones machos practicando relaciones sexuales, y no pudo evitar fotografiarles en este momento tan íntimo.
La cosa podría haber quedado ahí, de no ser porque un famoso keniata se ha alarmado notablemente ante la situación. Ezekiel Mutua, que así se llama este hombre, es el director ejecutivo del Instituto de Clasificación Cinematográfica. Como podréis imaginar por su nombre, es el encargado de gestionar el centro que califica por edades todas las películas que van a llegar a los cines en Kenia; además, este organismo también puede decidir si una película pasa o no.
La reacción de Mutua es, a la par, cómica y preocupante. Preocupante por las connotaciones que esto trae consigo, y cómica porque... Bueno, leedlas vosotros mismos:
Estos animales necesitan terapia, y posiblemente estén influenciados por homosexuales que no se han comportado adecuadamente en los parques naturales. No lo sé. Deben haber copiado el comportamiento de algún lado, o es algo demoníaco. Porque estos animales no ven películas
Tal y como lo estáis leyendo. Mutua está realmente convencido de que la homosexualidad es algo que se contagia, y que estos leones se han contagiado de alguna forma. O eso o están poseídos por el demonio; solo un exorcizador de leones será capaz de decirnos más. Aunque él está muy convencido: "Los espíritus demoníacos que influyen en los seres humanos parece que ahora también poseen a los animales. Por eso yo aislaría a estos locos animales homosexuales y estudiaría su comportamiento, porque no es normal. El objetivo del sexo es la procreación, incluso entre animales. Dos leones machos no pueden procrear y provocarían la extinción de los leones".
Así que ahora estos leones probablemente tendrán que ser exorcizados para que, según Mutua, consigan volver a la realidad. Con lo complicado que es hacer un exorcismo a humanos (y, si no, que le pregunten al Padre Karras), no me quiero imaginar cómo debe ser hacérselo a un león.
