Ezekiel Mutua es uno de los personajes públicos más conocidos y polémicos de Kenia. El director de la junta de clasificación cinematográfica del país africano aprovecha cualquier ocasión ante los medios para hacer pública su homofobia y su persecución a los homosexuales del territorio. Su último ataque ha ido dirigido a las ONG que ayudan en la zona, a quienes acusa de pagar "mucho dinero" para, nada más y nada menos, que convertir en gays a los niños.
En unas declaraciones al periódico The Nairobian, el censor declara que "hay ONG extranjeras em Kisumu y Kakamega que se trasladan a los pueblos y manipulan a nuestra juventud pobre e inocente con mucho dinero, hasta 3 millones de chelines, para que participen en estos actos retorcidos".
Por tanto, según Mutua, el verdadero objetivo de las organizaciones occidentales es dar lo equivalente a unos 25.000 euros a los jóvenes para que se hagan gays de la noche a la mañana. En el transcurso de la entrevista, el encargado de la censura en el cine apunta lo siguiente: "Estos 'muzungus' (gente blanca) que importan y promueven estas prácticas en Kenia deberían saber que estamos enraizados en nuestra moral y principios africanos que retratan la decencia sexual. Nuestros antepasados no practicaban la homosexualidad".
Con el fin de detener "esta práctica occidental sin nada positivo", ha exigido a la Junta de Coordinación de ONG "que investiguen las actividades de ciertas ONG en el país. Si no se detienen, lideraré protestas y manifestaciones para que se escuche nuestro mensaje", aunque eso signifique su salida del puesto de trabajo que desempeña en la actualidad.
Un sinfín de declaraciones y actuaciones polémicas
Ezekiel Mutua ha provocado con sus discursos que, en los últimos meses, solo se hable de Kenia para hacer mención a este personaje. Entre otras perlas, el director de la junta de clasificación asevera que los gays "acaban llevando pañales porque son destruidos por otros hombres".
Tampoco tuvo reparos en criticar a unos leones homosexuales de la reserva natural de Masái Nara, una de las más importantes del país: "Estos animales necesitan terapia y probablemente están influenciados por gays que no se hayan comportado correctamente en los parques naturales. No lo sé. Deben haber copiado el comportamiento en algún lado o es algo demoniaco (...). Los espíritus demoniacos que influyen en los seres humanos parece que ahora también poseen a los animales. Por eso, yo aislaría a estos locos animales gays y estudiaría su comportamiento porque no es normal".
Como se pueden imaginar, sus ideas homófobas las ha trasladado a su trabajo. En 2015, prohibió la película 'Stories of our lifes", que trataba al colectivo LGTBIQ+ keniata. En 2016 pidió a Google que borrara un videoclip fanmade de la canción 'Same Love' de Macklemore y Lewis, y en 2017 censuró la serie 'Andi Mack' por incluir una trama gay.
El gesto homófobo de 2018 ha sido el que ha tenido más repercusión internacional, al retirar de la cartelera la película 'Rafiki', la primera obra keniata que ha participado en el Festival de Cannes. El motivo, la negación de la directora, Wanuri Kahiu, de cambiar el final y hacer que las protagonistas se arrepientan de ser lesbianas.