¿Deseas sentirte cual diosa del olimpo cada vez que alcances un orgasmo? Tenemos la solución, tan solo tienes que hacer una cosa: viajar a Ruanda. Para los habitantes de dicho país el clímax sexual femenino está considerado como un regalo de los dioses y se le trata, por lo tanto, como algo sagrado.
La noticia ha saltado a raíz de la publicación del documental 'L'eau sacrée' ('El agua sagrada'), donde el director belga Olivier Jourdain recoge los testimonios de varios ruandeses explicando cómo para su cultura es vital que la mujer disfrute durante el sexo. De hecho, los hombres que no son capaces de satisfacer a la mujer se sienten como unos parias de la sociedad.
Toda esta mitología alrededor del orgasmo femenino nace con la leyenda de una reina. Según ilustran los testimonios del documental, esta se sentía muy sola, ya que su marido llevaba largo tiempo en la guerra. Por ello, solicitó a uno de sus sirvientes que la satisfaciera sexualmente. Y vaya que si lo hizo, ya que esta soberana experimentó con su criado un placer inusual, algo que nunca había sentido en su vida, una experiencia tan fantástica que llegó a brotar de su vagina agua sagrada. A raíz de ello se comenzó a correr la voz, y todas las mujeres quisieron vivir la misma experiencia mística, instaurándose la creencia de que ese agua es un regalo celestial y que deben honrar.
La práctica del kunyaza
En el documental se ve como los hombres ilustran sobre la práctica del kunyaza, es decir sobre el conjunto de técnicas que tienen para lograr el disfrute de la mujer: "Existe un botón que tienes que apretar", "no debes tocar los labios inferiores", comentan.
No obstante, a ellos el kunyaza también les reporta placer, aunque no físico, ya que para un hombre lograr que la mujer llegue al orgasmo es todo un honor.