¿A quién no le ha pasado que está hasta arriba de trabajo y necesita un descansito para destensar los nervios? Entiéndase esto último como un eufemismo de masturbarse. No es algo disparatado, sino que ya hay una empresa que le permite esto a su plantilla y está en Barcelona.
Esta idea viene de la mente de Erika Lust, una de las impulsoras del porno feminista y directora de cine, quien se ha convertido en la heroína de la clase trabajadora. Ha anunciado que los empleados de su productora dispondrán de media hora diaria para masturbarse. La razón de esto es que "empecé a darme cuenta de que mis empleados empezaron a estar como alterados y trabajaban con menos energía que antes", expone Erika.
Esto viene a razón del estrés de la pandemia y los constantes cambios a los que estamos expuestos. La directora de cine explica que "solo una cosa hará sentir mejor a todo el mundo", por lo cual ha puesto en marcha una "estación de masturbación privada" porque asegura que valora la labor de sus trabajadores y se lo merecen.
Todo son ventajas
Según explica la jefa de contenidos, Cat, "una pausa para masturbarse puede hacer que se enfoquen más y estén menos agresivos". Aunque pueda parecer algo primitivo, de vez en cuando debemos acudir a la llamada de la naturaleza. Además, en su productora han reparado en que esto aumenta su creatividad y el buen rollo.
A lo largo de mayo, cada persona que ha usado la cabina de masturbación ha ido contando cómo se ha sentido. Además, dentro de este cubículo hay una grabadora donde se registran los sonidos para publicar un ASMR erótico el 28 de mayo, Día Internacional de la Masturbación. Es una empresa sin tapujos porque bueno, es una productora pornográfica, pero nada indica que sea una mala idea extender esto al resto de empresas de todos los sectores.