Muchas veces se actúa sin pensar las repercusiones que a largo plazo puede traer el uso continuado de las cajas de autocobro. En juego hay muchos empleos que pueden desaparecer por su utilización. Así, los trabajadores y trabajadoras de las tiendas de Zara y Lefties del Centro Comercial Marineda de A Coruña se han manifestado en contra de esta nueva implantación porque "la multinacional utiliza a las clientas para que hagan las funciones de las trabajadoras autocobrándose con el único objetivo de ahorrar dinero en la contratación de personal", declara la representación del sindicato nacionalista CIG a El Diario
"Es vergonzoso que una empresa que obtiene miles de millones en beneficios utilice las máquinas para suplantar a las trabajadoras anteponiendo sus intereses económicos a la salud y seguridad del personal", declara Carmiña Naveiro. Los sindicatos llevan meses solicitando la retirada de estas autocajas y una mejora en las condiciones laborales a la dirección central de la multinacional.
La automatización del trabajo
Las trabajadoras y trabajadores insisten y piden a todos los clientes que paguen sus compras donde hay personal por los "puestos de trabajo que se pierden aumentando los millones de beneficios de Inditex a cuenta de nuestra precariedad y de la pérdida de puestos de trabajo en el futuro". Además, el personal de la tienda de Lefties denuncian la "explotación laboral" que sufren, respecto a la que, dicen, "Amancio no hace nada".
El sindicato CIG implora y exige que la multinacional Inditex aumente los contratos indefinidos porque "el que hay actualmente es insuficiente. Tal es así que, en los sucesivos estudios psicosociales realizados entre las trabajadoras, los resultados constatan que cada vez la situación es peor. Este exceso de carga de trabajo tanto física como psíquica repercute en la salud y en la seguridad de todo el personal".
La reducción de los puestos de trabajo debido a la automatización de algunos empleos se viene viendo desde hace unos años. Sin embargo, el caso de Zara no es, ni muchísimo, menos el primero. La mecanización ya ha llegado a servicios de atención telefónica, peajes de autopistas, supermercados, o gasolineras a lo largo de España. Es algo que se está empezando a normalidad, pero que a medio y largo plazo supone una destrucción de trabajos.