La historia de la voluntaria de Cruz Roja, Luna Reyes, ya la sabemos. Ella fue el rostro de la crisis migratoria más gravse de las últimas décadas en España. Una imagen de un abrazo que simbolizaba los daños humanos que trajo consigo la llegada de migrantes a Ceuta.
Pero en la fotografía había otro protagonista: Abdou. Radiotelevisión Española ha podido conocer la historia de este joven de 27 años que cruzó la frontera entre Marruecos y España a nado, y Luna y él han podido reencontrarse por videollamada.
Se llama Abdu y tiene 27 años. Es el senegalés que se abrazaba desconsolado a Luna Reyes, la voluntaria de @CruzRojaEsp, en la playa del Tarajal, en Ceuta.
— RTVE Noticias (@rtvenoticias) May 24, 2021
La corresponsal @AnaJimenezTV ha estado con él. Nos contará su historia en @telediario_tve.https://t.co/LOoA8IuT7t pic.twitter.com/Taqykr7two
Su historia
Abdou es de Senegal, donde vivía con su abuela. Él y su hermano salieron de allí hace cinco años y se fueron a Marruecos porque su sueldo como albañil no daba para mantenerles. Llevaban malviviendo varios años y habían intentado cruzar la frontera en otras ocasiones. En cuanto supo que la semana pasada Marruecos abría sus fronteras caminaron desde Tánger hasta Castillejos, en la frontera con Ceuta, durante toda una noche.
Según ha contado a RTVE, el último paso lo hicieron a nado, cruzando durante 20 minutos el espigón fronterizo en la playa del Tarajal. Él llegó exhausto a la playa ceutí y rompió a llorar cuando vio que su hermano estaba inconsciente. Ahí fue cuando Luna le abrazó.
Abdou no puede contener las lagrimas al escuchar a Luna. #Ceuta. Ninguno de los dos olvidará aquel abrazo. Hemos localizado a Abdou gracias a mi compi Rubén Garcia. @filmalia. Las fotos y vídeos las ha hecho mi otro compi. Equipazo ????????????????????????@mehdi_Productor pic.twitter.com/fSEqOidyOP
— Ana Jiménez (@AnaJimenezTV) May 24, 2021
"Jamás podré olvidar su gesto", ha dicho. También ha confesado que le gustaría volver a verla para agradecerle personalmente su gesto con él. No entiende los ataques e insultos que recibió Luna por el abrazo. "Ella solo hizo su trabajo", cuenta.
Ahora mismo está en Casablanca y sueña con llegar a España "para empezar una nueva vida, una vida digna". "No tenía miedo a morir" cuando cruzó el mar para llegar a Ceuta. Después de su larga travesía, enfermó y ahora está cansado y tose frecuentemente. Todavía no tiene noticias de su hermano y ha pedido a Luna que, por favor, intente averiguar si está bien.