Los emojis de WhatsApp se han convertido en una buena herramienta amena para comunicarnos con nuestros seres queridos. Muchos tienen un significado más o menos reconocido por todos... aunque en realidad no se plantearon como ahora se están utilizando.
¿Quieres conocer el significado real de los emojis de WhatsApp que dan lugar a error? Aquí puedes comprobar el significado de los que provocan mayor disonancia con su origen.
1 No es un rezo
Este emoji se ha confundido en muchas ocasiones con un rezo y se utiliza cuando se expresa un deseo. Sin embargo, se concibió en realidad como dos personas chocando sus manos, como expresión de amistad o para dar un 'ok'.
2 No es una indirecta
Este emoji se ha interpretado como una indirecta, que implican algo amoroso e incluso sexual. Pero nada más lejos de la realidad: fue creado como la cara que corresponde a un mensaje en el que queremos presumir de alguna cosa concreta con nuestros seres queridos.
3 No está llorando ni tiene gripe
Este emoji se ha interpretado como una persona llorando o con una enfermedad al estilo de la gripe. Pero nada más lejos de la realidad: sus creadores lo concibieron como alguien que está durmiendo.
4 No implica buena suerte
Este emoji se ha interpretado como el símbolo de la buena suerte, pero se pasa por alto que en realidad no se corresponde con un trébol de cuatro hojas. En realidad es un emoji creado para conmemorar la fiesta de San Patricio.
5 No es una flamenca
Este emoji se ha interpretado como una flamenca, pero en realidad no se concibió como tal. Sí, la flamenca de WhatsApp no existe. En realidad se trata de una bailarina de tango.
6 No es un ser malvado... sino todo lo contrario
Este emoji se ha ganado la apariencia de representar un ser malvado, pero en realidad es todo lo contrario. Se concibe como una representación del Namahage, un ogro japonés que, precisamente, se encarga de alejar a todos los demonios.
7 No es un demonio... como tal
Este emoji no representa un demonio, como se ha utilizado en múltiples ocasiones para señalar algo que consideramos como 'malvado'. En realidad se corresponde con un tengu, un ser malvado de la cultura japonesa.