42 mujeres han sido asesinadas a manos de sus parejas o exparejas en lo que va de 2019. El lunes 16 de septiembre José Luis Abet asesinó a su exmujer, a la hermana de esta y a la madre de ambas en Pontevedra.
Tan solo un día después, un hombre fue detenido tras matar a su pareja en presencia de sus hijas menores en el barrio madrileño de Ciudad Lineal. Desde 2013 hasta el 31 de julio de 2019, las víctimas de la violencia machista ascienden a 1.017 mujeres.
La última víctima, una mujer paraguaya de 31 años asesinada en el portal de su vivienda en Madrid delante de sus dos hijas, había denunciado previamente a su expareja. De hecho, el asesino contaba con una orden de alejamiento.
Rosa María Concepción Hernández, de 60 años, también denunció a su asesino, un hombre de 57 años que tenía prohibido acercarse a ella desde 2014. A pesar de existir varias denuncias por malos tratos, la asesinó a golpes en su domicilio.
El que es ya el peor dato desde hace un lustro, pone de manifiesto una realidad. Ni violencia doméstica, ni intrafamiliar. La violencia sistematizada contra las mujeres es un hecho y son necesarias medidas de urgencia.
Por ello, un emplazamiento de 36 colectivos feministas alrededor de toda España se han movilizado para que "todo el país se tiña de violeta" el pasado viernes 20 de septiembre. Bajo el lema de crear una emergencia feminista, la Puerta del Sol de Madrid ha congregado a cientos de personas que reclaman medidas para acabar con una de las lacras más importantes de los últimos tiempos.
La Plataforma Feminista de Alicante ha sido la impulsora del movimiento y denuncia que se los datos de víctimas de violencia de género se asuman ya como una realidad más y no generen la alarma social que deberían: "Ha sido un verano de barbarie y no entendemos la normalización, que nadie haga nada. Y frente a la barbarie, feminismo", explican.
"Dejemos de mirar para otro lado"
Con una inmensa mayoría de mujeres asistentes frente a hombres, las manifestantes insisteron en que la emergencia feminista debería declararse a nivel gubernamental porque "esto cada cada vez va a más". "Que se haga algo, y que se deje de culpar a las mujeres. Siempre se buscan excusas", han pedido.
El grito feminista llegaba a las 20:30, cuando se rompía el barullo general para realizar al unísono una cuenta atrás, hasta 42, las mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas. Tras ello, el lema que acompaña ya cada reivindicación: "Ni una menos. Nos queremos vivas".
En la capital tampoco olvidan el bochornoso espectáculo ofrecido por VOX en el homenaje a la última víctima de esta lacra. Y es que el 19 de septiembre, el partido de Abascal boicoteaba el minuto de silencio apareciendo con una pancarta que rezaba: "La violencia no tiene género". Ahora, las mujeres luchan para que no se de ni un solo paso atrás: "Venimos porque hace falta. Para que no se repitan conversaciones de besugos como las de Almeida y Ortega Smith. Porque somos invisibles. Son actos de terrorismo y se tienen que tratar como tal. Dejemos de mirar para otro lado", afirman las asistentes, según recoge El Diario.
Pero no solo Madrid se ha teñido de violeta. En la plaza Belluga, en Murcia, Laura Hernándezha pedido que "los menores estén protegidos en las separaciones conflictivas". Hace un mes y medio, su exmarido asesinó a su hijo de 11 años, por venganza hacia ella.
El edificio donde fue asesinada Monika Asenova el pasado julio, en Burgos, también ha sido lugar de encuentro para la protesta de los colectivos feministas, que han realizado un homenaje a la que es la última víctima de violencia machista en la localidad.
Málaga, Almería, Zaragoza o Bilbao han contado ambién con una gran presencia de esa 'oleada feminista' en las calles y han reclamado la visibilización y la adopción de medidas reales para luchar contra la violencia de género.
