De toda la vida, si quieres emborracharte tendrás que beber alcohol, igual que si quieres dejar de tener hambre tendrás que comer. Pero esto no es cierto al cien por cien, puesto que existen formas de emborracharse sin tener que beber una gota, como recoge el portal Código Nuevo. Podría parecer la solución ideal para todos aquellos a los que no les gusta el sabor de este líquido, pero algunas de estas actividades pueden ser más nocivas para la salud que tomarse un cubata.
1 Síndrome de la fermentación intestinal
Este síndrome puede parecer algo maravilloso: sucede cuando el cuerpo convierte azúcares o hidratos de carbono en alcohol, que es absorbido por el organismo y consecuentemente produce borrachera. Es decir, que no te tienes que gastar el dinero en copas para acabar con el puntillo. Pero Matthew Hogg lo padece y no es tan deseable como parece. Imagina no poder tomar un plato de pasta carbonara sin emborracharte (y no olvidemos la consiguiente resaca).
2 El bar que supura alcohol
El bar Alcoholic Architecture se encuentra en Londres y su objetivo es que te emborraches sin usar un solo vaso. En vez de beber, tu cuerpo absorbe alcohol por los poros de la piel y por los globos oculares: las paredes del bar expiran alcohol que entra en tu organismo. Esto hace que el ambiente esté tan cargado que apenas se vea a quien tienes delante. La entrada cuesta unas diez libras y los organizadores recomiendan abrir mucho los ojos para emborracharte más.
3 Synthohol
Se trata de una nueva bebida creada por David Nutt, que explica que un solo vaso de este líquido produce una borrachera de seis horas. Afirma que no causa resaca y que si quieres que el efecto se termine inmediatamente puedes conseguirlo con una píldora. Al parecer es un derivado de la benzodiazepina, medicamento psicotrópico que se emplea en productos como el Valium, pero con la ventaja (según su creador) de que no es adictiva.
4 Awol
Es una máquina que convierte el alcohol en vapor que después se inhala, es decir, que fumas alcohol. El artilugio fue inventado en 2004 en Estados Unidos, pero fue retirado del mercado por su peligrosidad, puesto que pasa de los pulmones directamente al cerebro y de ahí a la circulación sanguínea, lo que aumenta las probabilidades de acabar con demasiado alcohol en sangre e incluso caer en un coma etílico.
5 Efecto placebo
Este es un efecto que probablemente hayas experimentado en alguna ocasión, después de tomar un par de cervezas sin darte cuenta de que eran sin alcohol. Tu cuerpo piensa que estás bebiendo alcohol y te quedas con la sensación de ir borracho aunque no hayas bebido ni gota. La única parte negativa es que puedes acabar haciendo el ridículo sin siquiera tener la excusa de estar borracho.