La FIFA y Qatar trabajan a fondo para tratar de blanquear la imagen del país entre las continuas denuncias por violación de Derechos Humanos. Pese a ello, el próximo 20 de noviembre arrancará el Mundial de Qatar, que recibirá alrededor de 1,2 millones de visitantes internacionales durante el mes que durará la Copa del Mundo.
Cuando ya esta todo prácticamente listo para que arranque la competición, ha vuelto a estallar la polémica por unas declaraciones de Khalid Salman, exfutbolista y embajador de Qatar 2022, que en una entrevista con el canal alemán ZDF abordó el tema de la ilegalidad de la homosexualidad en su país.
"La homosexualidad es 'haram' (prohibido). No soy un musulmán estricto, pero ¿por qué es 'haram'? Porque causa daño a la mente", ha expresado. "Durante la Copa del Mundo, sucederán muchas cosas aquí en el país y tendrán que aceptar nuestras reglas", ha advertido.
Si embargo, uno de los responsables de prensa del Mundial de Qatar, al darse cuenta de la repercusión que tendrían estas declaraciones, cortó la entrevista después de la última perla lanzada por Salman: "La homosexualidad es una desviación mental".
Estas declaraciones tienen ligar después de que el el ministro de Exteriores qatarí, Mohammed bin Abdulrahman al Thani, haya tildado de "arrogantes" a todas las voces que critican el régimen del país por cuestiones de Derechos Humanos. Preguntado sobre las leyes anti-LGTBI, aseguró que todo el mundo "es bienvenido" pero matizó: "Tenemos nuestra cultura de lo que nos gusta y no vamos a cambiarlo por cuatro semanas". "Respetamos a todo el mundo y esperamos que ellos respeten nuestros valores", añadió.
La carta de la FIFA
La FIFA ha enviado una carta a las 32 selecciones participantes instándoles a centrarse en el torneo y no permitir "que el fútbol se vea arrastrado a todas las batallas ideológicas o políticas que existen".
Según ha desvelado la emisora británica Sky Sports, en la misiva firmada por el presidente de la FIFA, Gianni Infantino afirmaba que son "conscientes de que existen muchos desafíos y dificultades de índole política en todo el mundo", pero que todos serán bienvenidos en Qatar, "independiente de su origen, antecedentes, religión, género, orientación sexual o nacionalidad". Por todo ello, pedía a los equipos que dejen "que el fútbol ocupe un lugar central".
"En la FIFA tratamos de respetar todas las opiniones y creencias, sin dar lecciones morales al resto del mundo. Una de las grandes fortalezas del mundo es, de hecho, su diversidad, y si la inclusión significa algo, significa tener respeto por esa diversidad. Ningún pueblo, cultura o nación es 'mejor' que otro", subrayaba Infantino.
"Este principio es la piedra angular del respeto mutuo y la no discriminación. Y este es también uno de los valores fundamentales del fútbol. Así que, por favor, recordémoslo y dejemos que el fútbol ocupe un lugar central. Pero por favor no permitan que el fútbol sea arrastrado a todas las batallas ideológicas o políticas que existen", sentenciaba.