La presidenta de la Assemblea Nacional Catalana, Elisenda Paluzie, ha celebrado que los disturbios vividos durante los últimos días "hacen visible" las reivindicaciones de independencia.
En una entrevista emitida en TV3, Paluzie ha añadido: "Son estos incidentes los que hacen que estemos en la prensa internacional de manera continuada". Además, ha señalado que las encuestas reflejan un aumento del independentismo en mitad del conflicto en las calles de Barcelona.
Preguntada sobre si esa imagen internacional es positiva, Paluzie ha asegurado que "eso ya lo veremos" y ha situado el foco en el gobierno central: "Es evidente que puede tener aspectos positivos y negativos, pero al final el principal responsable es la violencia del Estado".
Paluzie ha rematado: "Al final el mundo es como es. Son estos incidentes los que hacen que estemos en la prensa internacional de manera continuada estos días, es decir, que hacen visible el conflicto".
La líder de la ANC ha lamentado también que "el mensaje que ha dado el Supremo condenando a un movimiento completamente pacífico y democrático a penas de dos dígitos por haber organizado un referéndum de autodeterminación, por haber tratado de realizar la independencia por medios pacíficos y democráticos".
Òmnium Cultural no justifica la violencia y centra el foco en el Estado
Durante la entrevista también se encontraba el vicepresidente de Òmnium Cultural, Marcel Mauri, que no ha justificado esa violencia y ha situado todo el foco en el gobierno central.
El dirigente independentista ha criticado al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por asegurar en el diario La Razón que "en Cataluña, la violencia ha sido de mayor impacto que la del País Vasco". Unas declaraciones que ha calfiicado como "irresponsables y peligrosas", tachando al Gobierno de "frívolo".
Mauri se ha desmarcado de la violencia: "Somos pacíficos, la violencia no nos representa", tras lo cual ha criticado al Estado por no condenar "la violencia del 1-O o decir basta ante esta brutalidad policial". El líder de Òmnium ha asegurado finalmente que "el Estado no tiene ni el más mínimo de empatía ni de humanidad".