La homofobia no descansa ni durante una pandemia mundial. Entre las ideas más recurrentes de los homófobos figura la de pretender "curar" la homosexualidad porque siguen considerando a esta como una enfermedad. Así, en pleno siglo XXI, se siguen dando terapias como la de Elena Lorenzo.
Elena Lorenzo es una "coach" que afirma poder ayudar a "dejar atrás la homosexualidad". Cuenta con su propia web y tal enfermiza es su idea que hasta se crea perfiles en aplicaciones de contactos gays como Grindr para captar a posibles víctimas de su perversa obra.
La crisis sanitaria del coronavirus, sin embargo, no ha frenado a Lorenzo. La supuesta "terapeuta" se ha reinventado y, según ha podido saber El Plural, ha lanzado cursos a distancia. Su objetivo es "conocer de primera mano las causas que provocan la homosexualidad y la atracción hacia personas del mismo sexo".
Está dirigido "a personas con atracción al mismo sexo, a sus familiares, así como a educadores, sacerdotes, religiosos, consagrados, pastores y terapuetas" y consta de casi una treintena de vídeos y material complementario en formado pdf.
"Quiero que conozcas las causas que provocan la homosexualidad y cómo encauzar un proceso de acompañamiento, basado en el respeto y la libertad, que debe tratar a la persona de forma integral y no solo sobre su orientación sexual", afirma Elena Lorenzo en su carta de presentación.
Para no parecer tan homófoba, evita el término "terapia" y usa el de "coaching de identidad". Su odio al colectivo LGTBI, por supuesto, cuesta dinero, pero, muy generosa, hace una rebajita porque entiende la difícil situacion actual. Su terapia suelen costar la friolera de 245 euros, pero ahora se ha reducido hasta los 97,5 euros.
Ya fue sancionada
Elena Lorenzo ya tuvo que hacer frente a una sanción por parte de la Comunidad de Madrid por este tipo de "terapias" homófobas. Fue en abril de 2019 cuando la región le abrió un expediente por vulnerar el artículo 70.4 de la Ley LGTBI. El apartado C de dicho precepto legal dice lo siguiente: "La promoción y realización de terapias de aversión o conversión con la finalidad de modificar la orientación sexual o identidad de género de una persona. Para la comisión de esta infracción será irrelevante el consentimiento prestado por la persona sometida a tales terapias".
Finalmente la Comunidad de Madrid le impuso una multa de 20.001 euros. Sin embargo, esta cantidad es la mínima con la que se podía castigar a la terapeuta, ya que las penas por sanciones muy graves oscilan entre los 20.000 y los 45.000