Más de 200 personas han acudido a un curso de exorcismo convocado por El Vaticano en Roma. En él se darán las nociones básicas para conseguir expulsar los demonios del cuerpo de la gente, incluso por vía telefónica, la gran novedad de estas jornadas, que durarán una semana.
La Iglesia Católica ayudará a los sacerdotes a realizar un exorcismo por teléfono, para facilitar el rito y hacerlo más ameno. El encargado de dar esta clase será el cardenal albanés de 89 años Ernest Simoni, que explicará cómo hay que leer las oraciones en latín en un smartphone, según informa Reuters.
La brujería en África, la diferencia entre posesión demoniaca y enfermedad mental, o la guía para expulsar al mal paso por paso serán otras de las interesantes materias que se tratarán esta semana en Roma.
Un 'privilegio' destinado a los hombres sacerdotes
El curso, destinado a teólogos, psicólogos, doctores, criminólogos e historiadores de la Iglesia, está abierto también al público general. No obstante, al terminar el curso, únicamente recibirán un certificado de participación, no una autorización para llevar a cabo exorcismos.
Tampoco las mujeres que han acudido (varias docenas según la Iglesia), aunque estén vinculadas a la Iglesia, podrán realizar este rito, destinado únicamente a los hombres sacerdotes. El resto, incluidas las mujeres, podrán ser "exorcistas auxiliares", es decir, que podrán estar en el acto, pero se dedicarán a rezar y a dar apoyo moral al sacerdote.
El exorcismo, una práctica creciente
El curso viene en el momento ideal, ya que que el exorcismo está de moda. Al menos así lo asegura la Iglesia Católica, institución que, aunque no se atreve a dar cifras exactas, sostiene que el número ha crecido exponencialmente durante los últimos años.
Quien sí dio datos concretos fue el padre Benigno Palilla, un reputado exorcista de la diócesis de Palermo. En una entrevista a la radio de El Vaticano el pasado mes de febrero, Palilla declaró que en los últimos dos y medio había realizado unos 50 exorcismos. Parece que el demonio habita entre nosotros últimamente con más fuerza que nunca.