La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) suele recomendar los mejores productos de una categoría de alimentos en cuanto a su calidad y precio para ayudar a los consumidores a elegir mejor a la hora de llenar la cesta de la compra. Además, suele analizar sus ingredientes en rigurosos estudios que en ocasiones sacan a relucir realidades ocultas de los productos que consumimos a diario.
En esta ocasión, la OCU ha desaconsejado completamente la compra de un tipo de productos, incluso del de la marca que ha quedado más alto en su ranking. Este postre, que suele ser típico en los hogares españoles, contiene unas cantidades demasiado altas de azúcar y aditivos. Además, en cuanto a sabor y textura, no merece la pena comprarlos en forma procesada, ya que el resultado casero a parte de sencillo es mucho mejor en todos los aspectos.
Las natillas
Este postre lácteo está muy extendido en toda la gastronomía española. La crema está compuesta por ingredientes muy sencillos: leche, huevos y azúcar. En muchos hogares es recordado como un postre típico de las abuelas, como el flan, que está entre los postres caseros más fáciles de hacer.
Se encuentran múltiples variaciones de este postre, como pueden ser la crema catalana o la crème brûlée francesa, pero su origen es un tanto desconocido. Se cree que sus raíces son europeas y que se originó en los conventos, por su fácil elaboración y el reducido coste de los ingredientes.
Ninguna pasa el examen
Según el estudio realizado por la OCU, las natillas envasadas de todo tipo y marca dejan mucho que desear. Aunque no tienen demasiadas calorías, en sus niveles de azúcar llegan al límite en la cantidad diaria recomendada para niños de la Organización Mundial de la Salud, equivalente a tres sobres.
Contienen multitud de aditivos como almidones modificados, gomas, espesantes, colorantes y aromas. En las natillas con galleta, aumenta la cantidad de azúcar y aditivos, en las de chocolate, el porcentaje del mismo no llega a un 2,5%.
En el estudio también se ha realizado una degustación realizada por expertos que evalúan características como el aspecto, el olor, el sabor y la textura. En conclusión encuentran productos con texturas líquidas en exceso o con aromas de vainilla demasiado artificiales.
Un producto de consumo ocasional
Aún en su versión casera, la OCU no recomienda un consumo habitual de este postre por su elevado contenido en azúcar, y nunca debe sustituir a la fruta en forma de postre o merienda, especialmente cuando se trata de la dieta de los niños.